Tillerson, el amigo de Putin elegido para liderar la diplomacia de EE.UU.
El Presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció ayer la nominación para el cargo de secretario de Estado al jefe de ExxonMobil Corp, Rex Tillerson, a pesar de las preocupaciones de varios legisladores y líderes de opinión en general sobre sus vínculos de negocios históricos con Rusia.
Las conexiones con el Kremlin del elegido de Trump para liderar la diplomacia estadounidense llegan a tal punto, que en 2013 el Presidente ruso, Vladimir Putin, lo invistió con la Orden de la Amistad. Entre los principales apoyos de Tillerson en el Partido Republicano, según The New York Times, están el ex vicepresidente durante el gobierno de George W. Bush, Dick Cheney, y los ex secretarios de Estado James A. Baker III y Condoleezza Rice.
"Será un defensor férreo y claro de los intereses nacionales vitales de EE.UU. y ayudará a revertir años de política exterior errada y acciones que han debilitado la seguridad y posición de EE.UU. en el mundo", dijo Trump. Tillerson afirmó que "debemos enfocarnos en fortalecer nuestras alianzas, perseguir los intereses nacionales compartidos y resaltar la fuerza, la seguridad y la soberanía de EE.UU.".
su carrera ejecutiva
La experiencia de Tillerson se nutre en los acuerdos que cerró con diferentes países para Exxon Mobil Corp, la mayor empresa energética del mundo. Ha sido presidente ejecutivo de esa compañía desde el 2006 y, al igual que Trump, nunca ejerció un cargo público. Nacido en Wichita Falls, Texas, es un empleado de larga carrera en la petrolera, donde ingresó tras graduarse de ingeniero civil en la Universidad de Texas, en 1975. Según la agencia de noticias estadounidense AP, luego de que la empresa lo preparara para un puesto ejecutivo, Tillerson pasó años en el frenético mundo de la producción petrolera, trabajando en las operaciones en el centro de EE.UU., Yemen y Rusia.
sus vínculos con rusia
Tillerson ha dicho tener una "relación muy cercana" con Putin. Con su nominación, que aún tiene que ser ratificada en el Senado, Trump apunta a aprovechar su conocimiento de la estructura de poder de Rusia. Por ejemplo, dirigió a Exxon cuando logró un inusual pacto con la energética estatal rusa, Rosfnet, para la exploración de crudo en el Ártico. Ese negocio, que alzanzó los US$ 3.200 millones, implicó el permiso de la compañía rusa para invertir en concesiones de la petrolera. Antes, tuvo un papel clave en el involucramiento de Exxon en los grandes proyectos de gas natural y petróleo de Sakhalin (Rusia). El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que es "pragmático".
The New York Times aseguró que "ha necesitado las destrezas de un tiburón de la diplomacia" para vincularse a líderes de países como Nigeria y Qatar. Ese medio agregó que "no se sabe" cómo actuará frente a los desafíos que involucren la relación con Rusia. Washington aplicó sanciones a Moscú cuando anexionó, en 2014, la península ucraniana de Crimea. Estas sanciones están dirigidas en contra de sectores claves de la economía rusa, como servicios financieros, energía, minería, defensa y personas del círculo de Putin.
Tillerson enfrentará un completo abanico de asuntos, desde Derechos Humanos a fortalecer las relaciones con la OTAN y otras alianzas a negociar un acuerdo de paz entre Israel y los palestinos.
DUDAS Y APOYOS
Los nexos de Tillerson con Rusia generan dudas en el Senado y en la Cámara de Representantes de EE.UU., lo que podría afectar el proceso de confirmación. El senador republicano Marco Rubio, rival de Trump en las primarias , dijo que "aunque es un empresario respetado, tengo serias dudas sobre su nombramiento". Para que asuma el cargo necesita la confirmación del Senado y Rubio no es el único republicano con dudas. Senadores como John McCain y Lindsey Graham adelantaron que le preguntarán por sus relaciones con Moscú. Tillerson sí recibió un balón de oxígeno del líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, quien afirmó que "no ve la hora" de apoyar su designación.