Con el objetivo de eliminar la plaga de zancudos que estaba afectando a los vecinos del Canal Ifarle en Talcahuano, la Dirección de Medio Ambiente de la municipalidad inició un operativo para eliminar a las larvas de dichos insectos y así evitar que las personas que recorrían dicho lugar se vieran afectadas con las picaduras y posterior infección.

Inicialmente, el organismo trabajó en terreno con equipos GPS para poder detectar los principales puntos del mencionado canal donde proliferan los zancudos con mayor rapidez. Dicha información les permitió distribuir el larvicida biológico proveniente de Estados Unidos y que demandó con una inversión de $5 millones.

El operativo comenzó en calle Almirante Neff con Vasco Núñez de Balboa en el sector Las Salinas, donde se distribuyó media tonelada de Vectobac G, que atacará directamente a las larvas.

Funcionamiento

El director de Medio Ambiente de la Municipalidad de Talcahuano, Guillermo Rivera, explicó que el plaguicida distribuido "es una bacteria que tiene una duración de dos meses y que actúa exclusivamente sobre la larva. No optamos por la fumigación porque acabaríamos con otros insectos, perjudicando la cadena trófica presente en los humedales".

Agregó que el larvicida viene en forma de gránulos y que se disuelve en el agua. Pero, lo más importante es que no alterará el ecosistema del Canal Ifarle.

Se espera que en total sean 1.300 las hectáreas que sean cubiertas con el producto. Los sectores que se verán beneficiados son Santa Clara, San Marcos, Salinas, Jaime Repullo, Vegas de Perales y Brisas del Sol.

Héctor Silva, alcalde subrogante de la comuna puerto, destacó que "hemos querido como municipalidad mitigar los efectos negativos de la convivencia diaria con estos insectos. Por ello, hemos invertido 5 millones de pesos en la compra de 25 sacos de larvicida biológico, el cual es muy escaso, pero efectivo".

Asimismo, Rivera destacó que "debemos recordar que la ciudad contaba con 11 lagunas, las cuales en su mayoría fueron rellenadas para la construcción de proyectos inmobiliarios, lo que provocó la pérdida de matapiojos, sapos y ranas, incluso lagartijas que se alimentaban de los zancudos adultos y mantenían el equilibrio".