El arte, las inquietudes, las pasiones, los gustos, la creación, la devoción por la virgen María y la amistad. Finalmente, todos aspectos sensibles y humanos que cruzan el quehacer artístico y estético de Ximena Crovetto y Rodrigo Contreras. Ambos creadores, la primera autodidacta y el segundo con formación; inauguraron ayer su primera exposición juntos.

"María, madre de la misericordia" es el nombre de la muestra, que reúne obras (de ambos) desarrolladas en el último año, especialmente, pensadas para ser mostradas en la sala del Arzobispado, en el marco del Mes de María.

"El año pasado, monseñor Chomali vio mi trabajo (inéditas esculturas de 50 a 55 centímetros de altura realizadas en papel maché) y me planteó la idea de hacer una exposición en estas fechas", cuenta Ximena Crovetto, sobre las 16 advocaciones de la virgen (apariciones), disponibles al público en el espacio arzobispal hasta el 25 de noviembre próximo.

De este modo, cuenta, es que se puso en la misión de hacer una figura al mes, para así mostrar este conjunto de obra que destaca por los detalles de cada una de las figuras propuestas. Allí lucen la virgen de Adviento, la Candelaria, María Auxiliadora, María Madre de la Paz y la virgen de la caridad de cobre de Cuba, entre otras piezas.

Autodidacta, Ximena cuenta que hace 5 ó 6 años asumió de lleno en el arte, aprendiendo la técnica (pictórica primero) con gente como Pedro Retamal y Alejandra Rosende, siempre en Concepción.

"Lo que hacía era pintar vírgenes en óleo", comenta, quien siempre ha tenido el mismo motivo de inspiración. "Para mí, ella (la virgen) es el mejor camino para llegar a Cristo", señala esta perito agrícola de profesión.

- Encuentro hermoso los detalles que muestran algunas (las vírgenes latinoamericanas se observan con más detalles por la influencia barroca española durante la Conquista). Así también la virgen oriental, que se presenta de un modo diferente.

LA FIGURA HUMANA

Con formación académica formal, Rodrigo Contreras aporta con 5 pinturas (óleo) para la presente exposición.

Con especial dedicación durante los últimos dos meses, el artista formado en la UdeC, entre los años 1999 y 2003; contó con una modelo real -Viviana Ulloa- para realizar sus vírgenes.

Sus obras destacan por el tratamiento del color (tierras y pasteles) y el movimiento que, a la manera renacentista, se deja ver en los detalles del velo que cubre los rostros de María en distintos momentos.

"Lo que hice fue una adaptación al siglo XXI, porque en general lo que nosotros conocemos de la imagen de la virgen viene del canon griego", comenta el creador de 36 años, quien se desempeña como profesor en el colegio Pinares.

"Siempre me ha llamado la atención la figura humana en asociación al arte religioso, que se explica por mi relación con la vida parroquial desde los 13 años", acota este fan del arte figurativo.