El huracán Matthew, que azotó ayer a Haití con una fuerza devastadora, dejó tres muertos y miles de evacuados, destruyó decenas de casas y amenazó a cuatro millones de niños en este país, mientras sigue su camino hacia Cuba.
El balance de muertos aumentó a tres, cuando un hombre que se encontraba solo y enfermo, y que no pudo abandonar su hogar, murió cuando su casa fue destruida por las olas del mar en Port-Salut, una comuna del sur de Haití. Una mujer enferma había muerto la noche del lunes también en Port-Salut, al verse imposibilitada de dejar su vivienda para recibir ayuda médica. Y el viernes, un hombre falleció al naufragar la embarcación en la que iba con otros dos pescadores, en la costa sur, quienes lograron llegar a la costa.
En total, 9.280 personas fueron evacuadas a escuelas, iglesias y otros centros comunitarios, según informó Guillaume Albert Moléon, portavoz del Ministerio del Interior haitiano. Paso por Haití. El "extremadamente peligroso" ciclón impactó en la ciudad haitiana de Anglais en torno a las 7:00 horas con vientos máximos sostenidos de 230 km/h, lo que lo sitúa en la categoría 4 (de un total de 5) en la escala Saffir-Simpson, según indicó el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos, con sede en Miami.
A las 15:00 GMT, el ojo del huracán se situaba en la costa oeste de Haití y a unos 145 km del extremo oriental de Cuba, donde se prevé que llegue durante esta jornada, así como a Bahamas y otras islas, según el último boletín del CNH, que indicó que Matthew avanzaba a unos 17 km/h. Antes de tocar tierra en Haití -el país más pobre de Latinoamérica, que comparte la isla La Española con República Dominicana- Matthew ya había causado inundaciones en 11 comunidades. Los pronósticos indican que Matthew dejará entre 38 y 63 cm de lluvias en el sur de Haití, e incluso más de 100 cm en zonas puntuales. "Es la peor tormenta", se indicó.