Nassir Sapag optimista: "Buenas ideas nacen en tiempos de crisis"
"Siempre ha habido riesgos e incertidumbres y aunque en el actual escenario esta sensación es muy alta, la respuesta está en realizar proyectos y evaluarlos minimizando los riesgos, con un sentido de colaboración. Esa es la clave", afirma Nassir Sapag, actual director del Centro de Desarrollo Empresarial de la Universidad San Sebastián, docente en postgrados de la Universidad Católica del Norte y asesor en proyectos del ámbito público y privado.
"Las buenas ideas surgen en momentos de crisis", comentó y agregó que la etapa más importante de un negocio es la formulación del proyecto, buscar y revisar distintos caminos para reducir la incertidumbre, así como invertir en diseño, porque es una oportunidad nueva de negocio para un mismo producto", dijo en una reciente conferencia invitado por la sede Concepción de Inacap, donde explicó a un auditorio repleto de estudiantes la importancia de seguir invirtiendo en escenarios que son cada vez más complejos.
Hoy el inversionista tradicional ha ido postergando muchas decisiones de inversión, lo que si bien está asociado a lo que está pasando en el resto del mundo, también está influido por la situación de incertidumbre de los últimos años, principalmente debido a decisiones políticas. Esta incertidumbre se traspasa al ciudadano común respecto, por ejemplo, a su futuro laboral y que se está viendo en menores niveles de consumo.
A juicio de Sapag, cuando uno ve un gobierno que tiene que introducir tantas modificaciones al proyecto de reforma tributaria, cuando los mismos rectores que estaban aprobando el proyecto de gratuidad de la educación están reclamando porque dicen que no pueden tomar decisiones de inversión de largo plazo y que van a tener que esperar hasta el próximo año para ver si la glosa presupuestaria incluirá o no recursos para la gratuidad, cuando los empresarios y los mismos trabajadores no saben en qué va a terminar esto de la reforma laboral, sólo podemos resumir en que en este ambiente un "empresario o emprendedor", puede tener más ideas que antes incluso, pero no invierte porque no sabe cuáles son las reglas del juego.
" He escuchado muchas veces y lo comparto, que es preferible tener reglas del juego que no me gusten mucho pero conocerlas para saber cómo las voy a enfrentar. Hoy puedo tener una situación que me acomode mucho, pero si sé que me la pueden cambiar en un año o dos prefiero no jugar".
En este sentido, criticó también la improvisación que algunas autoridades de gobierno han mostrado desde el principio con la misma reforma educacional. "Cuando asumió el gobierno no había ningún proyecto presentado sobre esta materia, entonces uno se da cuenta que era un slogan inicial que terminó siendo un problema de repartición de dinero exclusivamente, y que beneficiará más a la gente de mayores recursos. En la reforma tributaria tampoco se tuvo claridad sobre el negativo impacto en los microemprendedores, al que hoy le están dando bolitas de dulce cuando se le dice que vamos a ver la depreciación instantánea, un préstamo a tasa cero, porque si hoy pueden depreciar todo bajan las utilidades y los impuestos, pero como depreciaron todo, el próximo año ya no podrán depreciar".
A pesar de todo, sostiene que hay muchos jóvenes y empresarios de todos los tamaños que tienen grandes ideas, pero no están dispuestos a invertir en este ambiente. "Sí creo que hay muchos otros que aún en este escenario de incertidumbre estarían en condiciones de invertir porque hay proyectos en los cuales las políticas económicas no van a tener tanto efecto", planteó.
En los sectores alimentos, en la salud, donde todavía hay un campo fuerte para algunas especialidades como el adulto mayor, los problemas de obesidad infantil, la salud mental que vemos hoy con una población que crece donde hacen más visibles enfermedades como el Alzheimer, en los hogares de ancianos. Hay oportunidades de negocios para atender estas necesidades.
-La agroindustria siempre ha vivido en la incertidumbre, por el clima, precios internacionales y si uno sale a los campos hoy puede ver que se están tomando cerros para plantar limones o paltas, pero hay más agro que industria y aquí se puede hacer más agregando más valor a estos productos.
-Toda la vida hemos dicho que no podemos seguir exportando cobre y después comprarlo manufacturado, pero este es un discurso que uno ya no sabe de qué va a depender. Faltan muchas políticas públicas para apoyar a que los emprendimientos realmente se puedan llevar a cabo. Hoy hay problemas de gestión, algo se está haciendo, pero es insuficiente para ayudar a una persona que no tiene formación y pueda concretar esa excelente idea de negocios.
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-Lo que hace falta es una mirada país de largo plazo. No solo con Corfo, es todo, pueden ser las universidades estatales, más Corfo, Indap. Hecho eso todos los esfuerzos deberían enfocarse en planificar correctamente la asignación de los recursos para enfrentar ese proyecto. Pero cuando por razones políticas se empiezan a repartir platas y hay que pelear no por proyecto sino por conseguir un voto o un apoyo para una región, creo que las cosas se están haciendo pésimo. Entonces alguien tiene que canalizar.
-Aquí falta mucho del rol que antes tenía Mideplan en la evaluación de los proyectos sociales. Hoy la cantidad de dinero que se gasta es impresionante. Por ejemplo, las universidades estatales tienen libertad académica para llegar a conclusiones y resultados, pero si todos las financiamos ¿no deberían ellas hacer las investigaciones que el Estado necesita para su desarrollo? ¿Por qué llaman a licitaciones para hacer estudios y le pagan al sector privado? Falta alguien que diga este es el país que queremos de aquí a tantos años más y los recursos de todos los organismos del Estado deben enfocar en eso.