Hacia fines de 2018 estará en operaciones la Central de Pasada Ñuble actualmente en construcción en la comuna de San Fabián de Alico, con un retraso en su cronograma inicial de un año.
En octubre del año pasado, en un hecho esencial enviado por Eléctrica Puntilla S.A. a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), informó que su filial Hidroeléctrica Ñuble SpA y el consorcio Vial y Vives- DSD S.A. ponían término anticipado al contrato de construcción de obras civiles de la Central Ñuble. La causa; el evidente retraso en las obras que debía ejecutar esta última.
Alejandro Gómez, gerente general de Eléctrica Puntilla, dijo a El Sur que en este minuto hay en faenas unas 400 personas contratadas en forma directa por Ecosonda SpA, contratista a cargo de la construcción de la bocatoma y otros subcontratos más pequeños como el de la empresa Coarco. "De estas personas unas 120 son de la San Fabián, pero si uno habla de locales tal como lo manda la RCA (Resolución de Calificación Ambiental), el 80% es gente de la zona.
El proyecto de 136 MW, captará las aguas del río Ñuble para inyectar unos 640 GWh al centro sur del país, a través de obras que superan los US$350 millones en inversión.
El ejecutivo anunció que en los próximos meses deben adjudicarse las obras de construcción del canal y de la casa de máquinas, esto significaría triplicar la actual dotación. "Hacia fines de este año o a principios del próximo será cuando haya más gente, porque se estarán desarrollando simultáneamente la bocatoma, el canal, la casa de máquinas y el montaje de equipamiento, considerando los contratistas locales y los foráneos, tanto nacionales como extranjeros, porque todo el equipamiento es europeo. Entonces se superarán los mil trabajadores", estimó.
"Esperamos seguir trabajando tranquilos y seguir creando empleo. Ha costado generar confianzas, pero es un proceso largo, a veces doloroso, a veces con buenas y a veces con malas intenciones e interpretaciones, pero si se dialoga se puede llegar a buen puerto", señaló Alejandro Gómez.
El 10 de junio recién pasado, con motivo de la inauguración de la Central Itata en la comuna de Yungay, consultado el presidente del directorio de Eléctrica Puntilla, Pablo José Pérez Cruz, sobre si existe un ambiente propicio para la inversión, dijo que "creemos en el país y en el desarrollo hidroeléctrico; el problema es que las empresas tienen que hacer las cosas dentro de sus capacidades patrimoniales".
No obstante, los planes de la compañía son seguir en la generación hidroeléctrica, ya que cuentan con otros derechos de agua para proyectos hidroeléctricos. A los dos de Biobío ya mencionados, se suman otros dos en la Región de O'Higgins y dos en la Novena Región, estos últimos por ahora en carpeta.
Acerca del monto de estas iniciativas por concretar, recordó que en un momento se dijo que los proyectos comprados a la empresa Enerplus sumaban 480 MW, "pero de eso sólo estamos realizando los 136 MW de la Central Ñuble, nada más. Los otros habrá que analizarlos, ponerlo en prioridades".
En relación a los traspiés que han afectado la ejecución de las obras de la Central Ñuble, tanto de su propia gestión interna, como por denuncias de parte de organizaciones civiles y de la comunidad de San Fabián, Pablo José Pérez, dijo que ya fueron superados.
"El proceso de construcción se inició nuevamente, estamos en el nuevo timing y esperamos continuar con las adjudicaciones de las obras pendientes durante este segundo semestre. Las complejidades siempre salen y, ahora nos vamos a ver enfrentados a un nuevo proyecto de embalse con central hidroeléctrica que es Punilla y, bienvenido que haya actividad en la zona, pero seguramente eso nos va a generar algunas cosas que hay que administrar, pero no puedo decir que aquí vamos tranquilos para adelante.
Efectivamente, el 15 de junio la ONG Ñuble Libre, denunció que la empresa de Ingeniería Agrosonda, que realiza las obras de la bocatoma de la central, ha estado vertiendo directamente al cauce del río, "miles de litros de riles, principalmente derivados del hormigonado, mediante una manguera de color azul escondida, que atraviesa un muro de la bocatoma por una abertura artificial, hechos que han sido constatados por numerosos vecinos, y respaldado por video e imágenes".
Los hechos fueron denunciados el 14 de junio a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, a la Seremi de Salud del Biobío y a la Superintendencia de Medio Ambiente.
Al respecto la compañía respondió que "en el área donde se está construyendo la bocatoma de la central de pasada, se están realizando obras de excavación en la ribera norte del río Ñuble, donde se apoza el agua proveniente de las lluvias que caen en el sector. Estas aguas deben ser evacuadas, lo que se realiza mediante bombas eléctricas que succionan dicha agua desde el sector apozado, conduciéndolas a través de ductos de PVC fuera del sector de las obras. El agua que se descarga por estos ductos corresponde exclusivamente a aguas lluvia".
Agrega que "las aguas provenientes de los procesos de hormigonado, por su parte, son tratadas en piscinas de decantación debidamente habilitadas y autorizadas en la obra, y no tienen relación alguna con las aguas conducidas por el ducto de PVC que muestra el video".
Finalmente, aseguran que el administrador de la empresa contratista a cargo de las obras asegura que no se ha vertido ningún elemento tóxico ni Residuos Industriales Líquidos a las aguas del río Ñuble.