Consejeros regionales redactarán reglamento de buenas prácticas
Haciendo eco de la realidad nacional por la crisis de credibilidad que viven los partidos políticos y algunas autoridades públicas frente a la ciudadanía, el Consejo Regional del Biobío decidió crear una Comisión de Conducta, una especie de ente que pondrá su foco en la moral y ética de los 28 cores que la componen, regulando su actuar.
La instancia, que está conformada por Patricio Pinilla (DC), Cristián Quiroz (MAS) y Gustavo Sanhueza (UDI), quienes fueron escogidos por sus pares en una elección abierta, sin candidatos y que lograron la mayoría de preferencias, ayer se reunió de forma oficial para crear los lineamientos en el que se enfocará su trabajo que los autoregulará, al menos, en los próximos dos años que restan de gestión.
En ese sentido, el consejero Gustavo Sanhueza señaló que "uno de los temas que más preocupa es poder transparentar absolutamente todo el accionar en áreas relacionadas a la probidad y al comportamiento social, el que tiene que estar de acuerdo a un estándar que se debe cumplir como autoridad pública".
El consejero fue enfático en puntualizar que "todos nos vemos salpicados por las conductas de unos pocos", recalcando lo necesaria que era esta comisión para dar un señal de transparencia y buen funcionamiento a la ciudadanía.
Mientras que su par Cristián Quiroz reconoció que "nosotros no queremos cerrar los ojos frente a cuestionamientos e inquietudes que puedan surgir de la ciudadanía y por tanto estamos respondiendo con una decisión concreta".
REGLAMENTO
El primer desafío que tendrá esta comisión será la de redactar un reglamento que configurará la conducta de los consejeros. "Es la definición de las buenas prácticas, lo que se espera de una conducta pública acorde a lo que significa el cargo", aseguró al respecto el consejero Patricio Pinilla.
Agregó que "no basta con cumplir la ley, la ciudadanía espera una conducta mejor". Esto, porque la legislación vigente no obliga a los cores a normar este ítem, mientras que sí se les regula bajo la ley del lobby, patrimonio y otros. Además, ya existe un reglamento sobre el comportamiento en sala o sesión, "pero queremos ir más allá", argumentó Pinilla.
La idea es que el reglamento sea redactado de forma clara y precisa sobre los estándares que se deberán cumplir, claro que una vez que esté terminado, el documento tendrá que ser aprobado por los consejeros regionales, quienes tendrán que dar su visto bueno sobre la decisión que tome la Comisión de Conducta.
SANCIONES
Para quienes incumplan los puntos que estén definidos en el reglamento, por supuesto, habrá sanciones. Obviamente, éstas podrán ser de índole administrativa o moral.
"Sabemos que un reglamento que no conlleva sanciones, no sirve de mucho. Debe existir una estandarización de ciertas faltas, con su amonestación correspondiente para desmotivar su reincidencia", argumentó Sanhueza.
En ese sentido, Pinilla ejemplificó lo que para él podría constituir una sanción más adelante. "La suspensión de la presidencia o vicepresidencia de una comisión, suspensión de mandatos -es decir- cuando algunos consejeros nos representan frente a alguna entidad o actividad y, por supuesto, se deben considerar las amonestaciones verbales o escritas. No podemos hacer suspensión de sus derechos legales para que vote u opine frente a determinados proyectos", explicó.
De todas formas como esta comisión recién fue conformada, aún no existe una fecha clara en que el reglamento esté terminado y pueda ser analizado por todos los consejeros locales, quienes tendrán que están de acuerdo con los lineamientos propuestos por la comisión, para que pueda entrar en vigencia y regularlos.