Ejercicio físico y su aporte en el manejo de la diabetes
En la conmemoración del Día Mundial de la Salud, todos los años se elige un tema prioritario de salud pública y, en el más reciente, que se conmemoró el pasado 7 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) eligió como tema central la diabetes, una enfermedad no transmisible que se caracteriza porque el páncreas no secreta suficiente insulina o cuando el organismo no puede utilizar con eficacia la insulina que produce.
En Chile, esta epidemia se ha transformado en una situación crítica de Salud Pública con una prevalencia del 10% de la población.
El tratamiento médico para las personas que padecen diabetes mellitus tipo 2 incluye medicamentos, una dieta específica y la realización de ejercicio físico. Su práctica regular conlleva una disminución de la glicemia en los pacientes con diabetes tipo 2, un aumento de la sensibilidad a la insulina que dura 12-72 horas aproximadamente, incrementa el consumo de glucosa muscular y hepática e influye favorablemente sobre el control metabólico. En otras palabras, el ejercicio físico contribuye a mejorar el control del azúcar en la sangre como efecto a largo plazo especialmente en las personas en que predomina la resistencia a la insulina.
La indicación del tipo de ejercicio, la intensidad y la duración debe ser entregada por un profesional del área de la actividad física capacitado en enfermedades crónicas. Deberá ser un programa personalizado, con el propósito de evitar posibles riesgos.
Entre las recomendaciones generales para la práctica de ejercicio físico en personas con diabetes controlada y con previa autorización médica, están: mantener una hidratación adecuada sobre todo previo y durante la sesión de ejercicio físico, monitorear los pies para evitar la aparición de ampollas, realizar un calentamiento de 5 a 10 minutos de duración que incluyan ejercicios aeróbicos de baja intensidad y estiramientos de los grandes grupos musculares, monitorear el nivel de glucosa sanguínea antes y después del ejercicio, y disponer de alimentos ricos en carbohidratos de rápida absorción para evitar cuadros de hipoglucemia.