Biobío está bajo en número de cajeros automáticos por cada 100 mil personas
Bajo en número de cajeros automáticos, comunas con alta morosidad y una evolución en las colocaciones arrojó para la Región del Biobío la cuenta pública entregada ayer en Concepción por la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif).
Como parte del foco regional y viendo que las instituciones públicas están muy centralizadas, es que el superintendente de la Sbif, Eric Parrado, dio a conocer la actividad del organismo en el último año en la capital del Biobío.
Previa a la presentación masiva, el personero se tomó un tiempo para conversar con El Sur sobre el trabajo hecho a la fecha. De entrada, el titular de la organización destacó la infraestructura bancaria, donde la Región está bien representada en el número de bancos. De las 24 marcas existentes en el país, el Biobío tiene 15, con 190 sucursales y 723 cajeros automáticos. "Es la segunda región en términos de representación. Es una buena noticia contar con ese número de bancos con servicios universales", recalcó.
Eso sí, mostró su preocupación por la baja cifra de máquinas expendedoras de dinero. De cada 100 mil adultos hay 46,5 equipos, lo que es poco, ya que el promedio país es de 59. Parrado cree que los bancos deben ser más activos en la provisión del servicio, ya que la zona está muy lejos de la media. "No tengo la razón específica (de la falta), a veces son decisiones comerciales de los bancos, pero es bueno hacer esta comparación para decir que Biobío no está bien parado en número de cajeros", hizo ver.
Además, sostuvo que han hecho un esfuerzo muy grande como Sbif en aumentar los niveles de servicios y de la calidad de los cajeros. Para ello cuentan con una norma específica que señala que el 95% de los dispensadores, en términos de uso, estén encendidos y que entreguen efectivo.
En otro dato, las captaciones, en ahorro a la vista y plazo han ido creciendo en la zona. Sin embargo, cuando se hacen las comparaciones en cuanto al PIB regional, las atracciones están bastante bajas en cuanto a las colocaciones, las cuales muestran un alza, según Parrado. "El mensaje en este contexto es que la Región ahorra muy poco. Hay mucho comercio, negocios y crédito, pero a la vez hay poco ahorro, por lo que creo que hay que hacer un esfuerzo mayor".
Afirmó que están cambiando un poco el paradigma de lo que es deuda-ahorro, porque alguien se puede endeudar y pagar una cuota, pero si se defiere el consumo, se puede guardar un poco y transformar esa porción en ahorro. Es decir, se puede ser más paciente en el acceso a algunos bienes.
Pero también, dijo Parrado, sería bueno que los bancos u otras instituciones se pongan las pilas en entregar productos de ahorro que sean atractivos para la ciudadanía. "El tema del crédito no lo demonizamos, hay que usarlo bien, pero por otro lado hay que utilizar los instrumentos de ahorro, un campaña en que estamos poniendo esfuerzo", destacó.
Respecto a la mora, la buena noticia es que han ido bajando en el tiempo, tanto en la cartera comercial, de consumo y de vivienda. Pero, el superintendente advirtió que hay que ver lo que viene hacia adelante, dado que la economía no está tan dinámica como se quisiera. Sin embargo, que las provisiones vayan aumentando, que son el colchón que arman los bancos para enfrentar las posibilidades de que los no pagos comiencen a aumentar, es muy positivo.
En cuanto a las deudas en la Región, a marzo de este año, llegan a los $120.806 millones, con un 2,1% de mora sobre colocaciones totales. En cuanto al promedio, Concepción tiene un 2,2%, lo que se traduce en $67.414,02 en todos los créditos otorgados. En Coronel, que aparece en el primer lugar con 3,3%, la deuda es de $3.802,85. Luego aparece Chiguayante, con un 2,6% y una mora de $17,19 millones.
Parrado indicó que la idea es entregar estos números y que luego como Región se haga el análisis en relación a cuál es la razón de este fenómeno. Puede que haya motivos estructurales, pero la idea es cambiar estos números.
A nivel país, el personero dijo que los niveles de endeudamiento han aumentado en el margen, no se ve un crecimiento explosivo, porque la gente se va adecuando a la dinámica de la economía. "Cuando las personas ven que las tasas de cesantía están aumentando un poco, tanto los consumidores como las instituciones financieras son mucho más cuidadosos en la evaluación de los créditos", destacó.
Entre los desafíos para este año para la Sbif, están avanzar en la discusión legislativa de la Nueva Ley General de Bancos, cuerpo legal que no sufre modificaciones sustantivas desde 1997, mejoramiento de prácticas de gestión de riesgo operacional y la consolidación del proceso de modernización del modelo de supervisión.