Los niños dicen "Yo también quiero mirar" el arte y la creatividad
Es como la edad mágica en los niños. A los 3 años, cuando ya comienzan a comunicarse verbalmente, aún no dejan lo lúdico que resulta pintar, colorear, salirse de los márgenes, sentirse libres.
Con razón los dadaístas querían volver a ser niños, en el Cabaret Voltaire de la Suiza de 1916. Y lo que se vivió ayer en la Sala U. de Concepción David Stitchkin, literalmente fue como una de aquellas jornadas, ahora con 18 pequeños "Tristan Tzara".
Fueron ellos los principales protagonista de la exposición "Yo también quiero mirar", inaugurada ayer en la galería ubicada en el centro de la capital regional.
En el marco de una iniciativa conjunta entre la Pinacoteca, UdeC y la fundación Integra, la muestra de 16 grabados de la colección de la Casa del Arte.
La gracia es que las obras están al "alcance" de los pequeños, es decir, puestas a la altura de sus ojos.
"Son obras en color, de formas simples, fáciles de entender, considerando lo figurativo y lo abstracto. De este modo, los niños ven lo que ellos desean", comentó María Soledad González, directora de Extensión de la casa del Campanil.
Un detalle al respecto, es que en las iniciativas de esta naturaleza las obras están a la altura de los adultos, por lo tanto, los niños tienden a distraerse. "Ahora se van a sentir que son tomados en cuenta", acota González, hace dos años en el cargo de Extensión.
Sus palabras no están lejos de la realidad. Bastó que finalizara la presentación para que el ambiente se desordenara con estos preescolares del jardín Montahue de Penco. Corrían libres de un lado a otro del espacio, interactuando, tocando y observando con curiosidad los colores, las formas, con su propia lectura de cada uno de los grabados expuestos.
"Me gusta la ballena, los caballos, aquí está el círculo rojo", decían a coro, mientras una pequeña descubría formas en las piezas de nombres como Santos Chávez, Eugenio Dittborn y Oswaldo Guayasamín, entre los 11 creadores seleccionados por Sandra Santander, curadora de la Pinacoteca.
UNA GRAN FIESTA
Por momentos, la jornada de ayer era una fiesta alrededor del arte. Ello, gracias a la transparencia, inocencia y lucidez de pequeños que también se dejaron seducir por la creatividad proyectada ante sus ojos, a través de su propia creatividad (los niños contaron con la asistencia de Andrea Pérez y Alejandra Soto como mediadoras).
"Esto partió como un sueño y hemos logrado que nuestros jardines se comprometan. Sin embargo, es importante recalcar que se han ido sumando otras instituciones y que este compromiso se va ampliando a establecimientos educacionales: eso es un tremendo aporte. Esperamos que el alcance de esta actividad se expanda lo más posible y en la medida en que eso pase, más niños y niñas podrán acceder y aprender de este tema", destacó Patricia Olate, directora regional (s) de Integra.
- Para mejorar la calidad de la educación necesitamos lograr aprendizajes significativos que marquen la infancia de las personas. Para esto, es fundamental contar con contextos enriquecidos de aprendizaje, que involucren las distintas fuentes a través de las cuales los niños aprenden. En este caso, tiene que ver con el aspecto sensorial, esta muestra permite el desarrollo de este proceso. Los niños tienen la posibilidad de disfrutar de obras artísticas soñadas y creadas por adultos, pero ubicadas en su perspectiva.