Calentar el motor del auto o cubrirlo con una lona son parte del pasado
El traje de lona con que el abuelo arropaba su auto en invierno quizás sea un recuerdo que muchos guardan en la retina, y que por inercia -y tal vez nostalgia- replican hoy con los días fríos del otoño e invierno. Sin embargo, esas prácticas de antaño ya no son necesarias para los nuevos modelos disponibles en el mercado automotor. De hecho, los vehículos actuales están fabricados para resistir una amplia gama de temperaturas y climas.
¿Todavía coloca un trajecito de lona al motor? ¿Pone cartones o diarios sobre el capó para que la maquina no se enfríe? Esa práctica ya no es necesaria. "De hecho es contraproducente, ya que, por el contrario, estos elementos que en su mayoría son combustibles, por olvido podrían combustionar en proceso de calentamiento, dada las altas temperaturas que se generan en muy poco tiempo", sostiene al respecto Carlos Casella, gerente Servicio de Salfa.
Los gases del motor están en un sistema sellado y salen sólo por el escape, ya no tienen esos desagradables olores de los vehículos de antaño, principalmente de una manguera que salía de la tapa de válvulas del motor y estaba al ambiente, por lo cual uno los percibía. Esos gases hoy son vueltos a quemar al interior del cilindro de motor.
A su vez, José Gutiérrez, docente de las carreras Técnico e Ingeniería en Mecánica Automotriz y Autotrónica de Duoc UC sede Concepción, sostuvo que hay que ser enfático en que los fabricantes no hacen recomendaciones al respecto, pero desde el estricto sentido práctico un motor que se enfríe menos, luego tardará menos en calentarse. Por lo tanto, y aunque no es indispensable, si se tiene la oportunidad de evitar la directa exposición a la escarcha o rocío nocturno, sería ideal.
Si aún enciende el auto por las mañanas cinco minutos antes de partir, puede deshacerse de esa costumbre, ya que los vehículos de ahora vienen preparados para partir de inmediato. "Antiguamente los autos principalmente carburados, tenían un sistema de puesta en marcha en frío, que se conocía como chupete, y había que calentarlo, pero ahora todo eso se hace de forma electrónica y eficiente", aclara Casella.
Gutiérrez agrega que para operar de manera óptima, los motores de combustión interna siempre necesitan calentarse a una temperatura "nominal" de trabajo, que en general, fluctúa entre los 85 y 115°C dependiendo del automóvil. "Con esto se logra que el motor no se desgaste de manera prematura, consuma menos combustible y además emita la menor cantidad de agentes contaminantes al ambiente".
La gran diferencia de los motores de antaño con respecto a los modernos, es que los predecesores de los actuales no poseían la tecnología suficiente y no lograban "funcionar bien" cuando estaban fríos, en cambio los automóviles del presente, con sus avanzados sistemas de inyección de combustible, logran trabajar de manera tal, que para el conductor promedio es casi imperceptible.
Otro elemento al que muchos recurren hoy es al relleno de la batería. Antiguamente el invierno hacía que este aparato se descargara con mayor rapidez. Con las bajas temperaturas que se presentan en estos meses los antiguos lubricantes minerales de altas viscosidades generaban una mayor resistencia a la partida del motor, exigiéndole más fuerza a la batería para partir. Esto eventualmente provocaba una baja de electrolitos y la forma de compensarlo era echar agua destilada para rellenar y darle mayor vida útil. "Eso ya se acabó. Ahora las baterías vienen selladas, son de alta resistencia y usan un gel en sus electrolitos, lo que hace que el auto parta bien en cualquier condición climática", aseguró Justo Verdejo, subgerente ventas industriales lubricantes de Enex/Shell.
El experto del Duoc UC remarcó que hay que tener claro que existen distintos tipos de baterías, y hoy en día las más comunes son las denominadas "libres de mantenimiento", esto significa que no es necesario realizar ninguna operación posterior a la instalación de esta.
Para los casos en que las baterías necesiten mantenimiento (así lo debe indicar en la etiqueta), lo más común es evaluar el estado del electrolito (fluido que posee en su interior), lo más fácil es comprobar si el nivel que este posee es el adecuado y en caso de no serlo, claramente se recomienda rellenar.