Festival BioBioCine protagoniza la mejor versión de su historia
La cuarta versión del festival internacional BioBioCine (BBC), finalizada con la correspondiente ceremonia de entrega de premios la noche del martes, subió un peldaño respecto a las tres versiones anteriores.
Y más allá de la cantidad de público que transitó por el Teatro Concepción y el Aula Magna durante estas cinco jornadas -jueves 21 al lunes 25 de abril- lo concreto es que se dieron buenas películas.
En una curatoría de variada naturaleza, en la que se proyectaron 62 películas, fue un acierto de la organización del BBC inaugurar con un título llamativo como "Colonia". Más allá de los resultados dramático/narrativos propuestos en la cinta dirigida por Florian Gallenberger; el evento tuvo un estreno latinoamericano.
Ese detalle pone a los organizadores frente a un gran desafío, pensando en la quinta versión. ¿La razón? La cinta generó muchas expectativas, lo que los productores deben considerar muy atentamente. Es más, ya deberían estar pensando en el próximo año. Las expectativas van a estar aún más altas en la audiencia.
Además, consideraron el marco referencia para elegir la cinta, en este caso, ambientada en Colonia Dignidad. O sea, un tema directamente relacionado con la realidad del país y Región.
Tal como acertaron el 2015 al partir con "Invierno", la cinta en tres partes dirigida por Alberto Fuguet (llegó a nuestra ciudad, luego de presentarla en el Festival de Cine de Buenos Aires, Bafici); en esta ocasión lo hicieron con una producción, digamos, de carácter mundial. Un punto a favor que, insisto, debe motivarlos para comenzar desde ya en la búsqueda del que acompañe el 2017.
AHORA POR LA CIUDAD
Sobre este punto, también hay un detalle a tener presente: los asistentes que vieron el thriller alemán protagonizado por Emma Watson no necesariamente llegaron durante los días siguientes. Esto hace pensar que la selección para el Teatro Concepción debería enfocarse en aquellas piezas que son capaces de convocar una cantidad más o menos interesante de público. Por lo tanto, no es malo partir las tandas en el Teatro a eso de las 15 horas. Incluso, considerar título atractivo, cosa de ver este enorme lugar de 1150 butacas con más gente.
En este sentido, lo del Aula Magna fue distinto. En el promedio final, la sala del Arzobispado para 350 personas siempre se vio a la altura de las circunstancias, y con una variada naturaleza etárea, desde jóvenes hasta mayores. Todos por igual atentos al mensaje en pantalla.
Destaquemos que la variedad de las audiencias fue un hecho que hizo que BBC despegara en lo que se llama "público objetivo", respecto a versiones pasadas.
Aunque con una prevalencia estudiantil, el festival logró hacerse un nombre en aquellas personas interesadas en el cine, y que transitan o viven en el radio del Gran Concepción.
Ellos fueron testigos de más de alguna de las 62 películas que se ofertaron este año, 3.500 minutos de cine que aprobaron con un más que suficiente.
A ver, para que un festival de cine se consolide tienen que pasar -por lo menos- 10 años. En este sentido, a lo que deben poner ojo los encargados es hacer que la ciudad se vuelque a éste. Que BioBioCine sea parte de la identidad penquista (ahora dio un paso a favor). Que sea argumento para el turismo (¿dónde estuvo la gente del área?), la cultura, las artes, los estudiantes y el propio tráfico de la ciudad. Empapelarla es la idea, ya sea con afiches o glamour bien entendido. Y esto, no sólo pensando en la quinta versión, sino proyectándose al futuro.
Si han logrado el compromiso de autoridades, entes públicos y privados; que éstos se acerquen aún más. Entendiendo la naturaleza del festival, que lo sientan suyo y en beneficio de Concepción.
Claramente, la curatoría y ventanas tuvo una buena parrilla. Atinada la sección "Hecho en BioBio", como también la competencia de documentales, con el triunfo de la excelente "Atrapados en Japón", de Vivianne Barry.
Si el jurado apuntó que este año fue complicado llegar a los ganadores en cada una de las cuatro competencias (con sus derivados), habla de que las películas transitan por buen camino.
Y sí, éste puede ser un festival que, tal como anotara Eduardo Villalobos (productor artístico de BBC), quiere ser un clase A "chiquitito". Bien que se pretenda aquello, es mirar en grande. Pero hay que buscar el objetivo, construirlo y hacer de éste una misión para la educación y formación de audiencias, la ciudad y BioBioCine.