El Estado Islámico ataca Bruselas, el corazón de Europa, y deja 34 muertos
"Nuestros temores se han hecho realidad", fue la frase con la que reaccionó el primer ministro belga, Charles Michel, a las tres explosiones que golpearon ayer a Bruselas y que desataron terror en el corazón de la Unión Europea. El saldo preliminar era de al menos 34 muertos y más de 200 heridos.
Los ataques, perpetrados en el principal aeropuerto de la ciudad y en una estación de metro cercana a instituciones europeas, fueron reivindicados por el Estado Islámico (EI), según una declaración publicada por la agencia Amaq, ligada al grupo yihadista.
La organización terrorista indicó que Bélgica fue el blanco de las detonaciones por su participación en la coalición internacional que lucha en Siria e Irak.
Los atentados, que llevaron al Gobierno belga a elevar la alerta terrorista a su nivel máximo y a otros países europeos a tomar mayores resguardos, ocurrieron cuatro días después de que la policía capturara en Bruselas al principal sospechoso de los atentados en París, aunque los investigadores descartaron de momento vincular ambas acciones.
"A aquellos que han elegido ser enemigos bárbaros de la libertad y la democracia les decimos que, pese a nuestro dolor profundo, tenemos la determinación de actuar para proteger la libertad", declaró tras los ataques el premier Charles Michel, quien instó a los belgas a permanecer "unidos y solidarios".
Las primeras dos explosiones ocurrieron en el aeropuerto de Zaventem poco después de las ocho de la mañana (4.00 horas de Chile). Antes se escucharon disparos y gritos en árabe, según testigos. Las detonaciones, llevadas a cabo por dos hombres que se hicieron detonar, provocaron al menos 14 muertos y más de 90 heridos.
"Oímos dos fuertes explosiones y salía polvo y humo. Una compañera nuestra se fue en ambulancia herida en una pierna", relató una estudiante de Enfermería que partía de viaje a Lisboa.
El segundo ataque tuvo lugar a las 9.30 en la estación de metro de Maelbeek, en el centro de Bruselas y cerca de los edificios que albergan la Comisión, el Parlamento y el Consejo europeos. Hubo 20 fallecidos y un centenar de heridos.
En el terminal aéreo se encontró un kaláshnikóv, una tercera bomba que no llegó a detonar y un cinturón de explosivos que tampoco se activó.
La policía local difundió una imagen que muestra a tres sospechosos del ataque en el aeropuerto momentos antes de las explosiones. Dos de ellos, vestidos de negro, llevaban puestos unos guantes donde se sospecha que escondían los detonadores para accionar las bombas.
Varias operaciones policiales se encontraban activas en la ciudad para dar con el paradero de un individuo que se cree se habría dado a la fuga. Más tarde, la policía alemana informó la detención de tres kosovares que viajaban en un auto procedente de Bruselas y que podrían estar vinculados con redes terroristas.
El aeropuerto de Bruselas estará cerrado hasta mañana, lo que obligó a cancelar más de 500 vuelos. El transporte público suspendió sus funciones por algunas horas y se cerró la frontera con Francia.
Los atentados conmocionaron al país europeo y sus 11 millones de habitantes, a pesar de que se temía que pudiese ocurrir algo así. Las alarmas en Bélgica se encendieron en mayo de 2014, cuando un islamista francés mató a cuatro personas en el Museo Judío de Bruselas.
El viernes, tras la captura de Salah Abdeslam, entonces el hombre más buscado de Europa por su vinculación con los atentados en París, el Presidente francés, François Hollande, advirtió que "nos enfrentamos a una red enorme" de personas que participó en los preparativos de los ataques en la capital francesa, un número mayor al que se pensaba y que indicaba que el peligro no había desaparecido.