Afinan propuesta para diálogos por reforma Constitucional
Inicialmente se había fijado la partida del proceso ciudadano con miras a una reforma constitucional para marzo. De acuerdo al avance actual esto no será posible, aunque para el abogado DC Patricio Zapata, presidente del Consejo Ciudadano de Observadores, aún no se puede hablar de un retraso en el cronograma.
"La idea era realizar los diálogos ciudadanos durante 2016. Esa era la meta", recuerda. Aunque aún sin fecha clara para el inicio del proceso, Zapata estima que el 18 de abril debería partir la primera etapa, que incluye reuniones a nivel comunal.
El Consejo está compuesto por 15 personas, representantes de diversos sectores de la sociedad, lo que abarca desde futbolistas hasta abogados constitucionalistas. Su objetivo es garantizar la transparencia de los diálogos ciudadanos, instancia donde todos quienes lo deseen podrán opinar respecto a cómo debería ser la nueva constitución para el país.
Sobre el proceso en la Región, el seremi de Gobierno, Enrique Inostroza, manifiesta que "lo anunciado por la Presidenta Michelle Bachelet el 17 de octubre del 2015 indica los meses de marzo y abril para efecto de iniciar los diálogos ciudadanos. La definición específica de los plazos está siendo coordinada desde la Segpres con el Consejo de Observadores".
Observaciones
Este fin de semana, adelanta Zapata, esperan entregar al Ejecutivo la propuesta respecto a cómo deben desarrollarse los diálogos ciudadanos, etapa final del proceso y que está proyectada para junio o julio, por lo menos.
Son dos las observaciones planteadas a la propuesta diseñada por el gobierno. La primera tiene que ver con la metodología para el desarrollo del diálogo. Y, para asegurar que sea un proceso imparcial, el Consejo estima que no debe existir la obligación de llegar a un acuerdo.
"Hay que quitar el protagonismo de los facilitadores (quienes moderarán los diálogos ciudadanos) dirigido a forzar acuerdos, pues la metodología estaba cargada a esto. Pero, para que el diálogo sea más fluido hay que permitir que se expresen los desacuerdos, ya que esto también tiene valor", manifiesta el abogado constitucionalista.
Según Zapata, en la medida que esto se respete la ciudadanía percibirá el proceso como real y no sesgado. Esta dificultad se había advertido con anterioridad, vinculada a la participación de autoridades durante las etapas previas.
Esto se dio luego del encuentro que la Presidenta sostuvo con los intendentes durante la primera semana de marzo, donde llamó a las autoridades locales a ejercer su rol dentro del proceso.
Por eso también se optó por no incluir a los alcaldes en la organización de los diálogos, para que no se le diera un uso electoral, considerando las elecciones municipales de octubre.
El segundo punto crucial para el Consejo es el temario. "Creemos que hay que cambiar algunas palabras. Que sea simple en el lenguaje, así que hay que sacar términos abstractos. La idea es que cualquier persona pueda entender los conceptos", plantea.
Etapa actual
El jueves de la próxima semana, el 24, el Consejo debe tener seleccionados a los 216 facilitadores, que liderarán los procesos en el país. De ellos 54 corresponderán al nivel central para apoyar procesos específicos fuera de la programación provincial, y 162 conformarán equipos de tres facilitadores en cada una de las 54 provincias del país. Esto implica que en el Biobío habrá 12 personas liderando el proceso.
Zapata recuerda que a través de Alta Dirección Pública postularon 8.691 personas y que hasta que se cierre el proceso de selección un grupo del Consejo recorrerá las regiones para entrevistar a los interesados. El abogado estima que durante la primera semana de abril se realice la capacitación de los seleccionados.
Expectativas
El líder del Consejo de Observadores sabe que es un momento complejo, considerando la falta de confianza en las autoridades y en la política que exhibe la ciudadanía. Por ello, cree que si entre 50 mil y 80 mil personas asisten a los cabildos, el proceso puede considerarse exitoso.
Desde el gobierno, Enrique Inostroza destaca la importancia de esta etapa en la definición de una nueva Constitución, que involucra participación ciudadana mediante un método denominado convergencia deliberativa.
"Permitirá no solamente que las conclusiones de los diálogos locales, comunales y provinciales sean el insumo para este fin, sino también se puedan recoger aportes individuales sobre la temática de la nueva Constitución", afirma.
Será el próximo parlamento el encargado de llevar adelante el proceso, el que entre otros, deberá definir bajo qué metodología se hará el cambio.