Consejos para detectar el "ojo flojo"
El desarrollo de la visión en los seres humanos es un proceso lento y progresivo que para ser exitoso necesita una correcta estimulación, globos oculares estructuralmente sanos y ausencia de problemas refractivos.
La observación de los padres es crucial en la detección precoz de problemas visuales. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar el primer examen oftalmológico a los cuatro años de edad, con una simple prueba en casa es posible descartar diferencias importantes de visión entre ambos ojos. Un niño podría tener muy baja visión en un ojo sin que nadie lo note ya que "el ojo bueno" hace todo el trabajo y logra en binocularidad una visión aceptable.
Bastaría con tapar por algunos minutos el ojo derecho y luego hacer lo mismo con el izquierdo y comparar el comportamiento del lactante o niño en ambas situaciones. Si se mantiene tranquilo y continúa sus actividades de forma normal al tener uno u otro ojo ocluido es probable que ambos tengan una visión similar y aceptable. Pero si la reacción es diferente y, al tapar uno de los ojos, el niño llora, se desespera por quitarse el parche o se asusta, por mencionar algunas reacciones, es probable que el ojo ocluido corresponda al de mejor visión.
Esta simple prueba permite detectar de forma oportuna la existencia de un "ojo flojo" u ambliope. La ambliopía es la disminución de la visión uni o bilateral no corregible, sin una causa orgánica que la justifique o bien con lesiones mínimas que no explican la pérdida de la visión.
Es generada por una ausencia de estímulo o bien un estímulo visual inadecuado en los primeros años de vida. Las principales causas son: estrabismos, problemas refractivos u orgánicos. La ambliopía es posible de recuperar sólo cuando es tratada en forma precoz, ya que en etapas tardías el sistema sensorial pierde la capacidad de adaptación y no es posible modificar la visión.
El tratamiento convencional con parches continúa siendo la terapia de elección para la ambliopía, esto debido a que al anteponerlo en el ojo de mejor visión fortalece al ojo afectado y a la vez elimina el poder inhibitorio del ojo dominante.
Debido a los resultados de numerosas investigaciones, la indicación actual privilegia el uso durante algunas horas al día y no de forma permanente como antaño, esto evita además que el niño se vea expuesto a situaciones de bullying escolar y falta de cumplimiento del tratamiento.
Frente a una sospecha de problema oftalmológico como cierre frecuente de un ojo, estrabismo, el niño se acerca mucho para ver los objetos, se cae con facilidad, entre otros, se recomienda un examen oftalmológico preventivo antes de los cuatro años.
Es frecuente que los padres crean que por falta de colaboración no sea posible examinar a niños preverbales, sin embargo, en la actualidad se cuenta con exámenes que permiten dar diagnósticos precisos a cualquier edad. De esta forma se inician los tratamientos precozmente aumentando las probabilidades de que sean exitosos y evitando así deficiencias visuales permanentes.