Las emociones y sus dimensiones para movilizar
Nuestro comportamiento en un grupo familiar u organización está influenciado por múltiples factores, dentro de los cuales las emociones tienen un papel preponderante. Para lograr comprenderlas como el elemento movilizador que son hay que diferenciarlas de otro tipo de comportamientos, principalmente por sus tres dimensiones que las caracterizan y en que cada una tiene un papel práctico en nuestro quehacer.
El primer elemento dimensional es el mental, lo que corresponde a la experiencia o vivencia emocional llamada sentimiento y que es parte del mundo privado de las personas. Esta dimensión permite darse cuenta de las propias emociones e incluso etiquetarlas, para darse cuenta de cómo está funcionando la persona.
El segundo elemento dimensional es el fisiológico, el cual se manifiesta en la alteración de los estados basales de una serie de elementos como la respiración, presión sanguínea y ritmo cardíaco, entre otros. Esta dimensión permite preparar al cuerpo para responder a la emoción, por ejemplo, en un momento de miedo las pupilas se dilatan o la sangre se dirige a las piernas para preparar una retirada.
Como tercer componente dimensional está la respuesta motora, la cual moviliza la corporalidad dependiendo de la emoción, por ejemplo, en el caso del amor el acercamiento o en la rabia el ataque.
Considerando estas tres dimensiones, las emociones son una respuesta integral que impacta de forma importante en nuestro comportamiento, por lo tanto, son claves para comprender el funcionamiento de una persona y su dinámica dentro de un grupo, equipo o familia.
Al considerar un ejemplo cotidiano, es evidentemente distinto si la emoción que predomina en la dinámica familiar es la de amor en vez de la de rabia, pero también sucede que hay distinciones más sutiles donde se confunde miedo con tristeza, o sorpresa con felicidad, por lo tanto, la identificación de las llamadas emociones basales son una herramienta útil para un funcionamiento más adecuado y funcional.
En el plano laboral esto también es importante, donde la capacidad de un líder de reconocer que emoción está predominando en su equipo y colaboradores le permitirá apoyarse en ellas para el logro de los objetivos organizacionales y usar también herramientas que le permitan trabajar esto. O en el caso de un emprendedor que está partiendo su negocio, el cual pasa por intensas emociones que afectan su comportamiento al ser tan dinámico el espacio de iniciar un negocio que debe superar obstáculos, realizar sus primeras ventas o tener sus primeros fracasos, por ejemplo, que afectan su vida de emprendedor como su vida personal y social, entre otras.
Rabia, miedo, tristeza, disgusto, sorpresa, desprecio, amor y felicidad son elementos basales que permiten a otras emociones más complejas manifestarse, y que no necesariamente deben ir acompañadas de la categoría de positivas o negativas ya que cada una tiene una utilidad, pero sí ayuda el entenderlas, diferenciarlas y saber que los tres componentes dimensionales permiten una respuesta integrada y movilizadora.