Pescadores y manipuladoras agrupados en la Cooperativa Pesquera de Llico Limitada lograron importante convenio con la Empresa Foodcorp Chile S.A. Quienes entregaron en comodato equipos y materiales de cultivo acuícola por $35 millones, además de la biomasa de cultivo, correspondiente principalmente a choritos y dinero en efectivo, que supera los $27 millones.

Alder Carrillo Martínez, presidente de la cooperativa no ocultó su alegría, agradeciendo a todos quienes hicieron posible esta alianza con la empresa. "Esto significa que nosotros que fuimos trabajadores de la empresa, hoy pasamos a ser dueños de los cultivos, así que súper contento por eso, es un tremendo desafío y nos proyectamos a futuro con una planta de proceso, donde poder elaborar todos nuestros productos que estamos produciendo en la concesión para darle valor agregado y mejorar la calidad de vida de nuestros asociados, que esa es la meta a futuro".

Andrés Daroch, gerente general de Foodcorp, aseguró que esto es más que la firma de un convenio.

"Esto es el cierre de un ciclo que partimos hace ocho años, de desarrollar un proyecto de acuicultura en la zona del Biobío, llegamos a Llico, por muy buenas referencias del grupo de pescadores artesanales, para que nos apoyara en el proyecto, así llegamos a este grupo que ahora está constituido como una cooperativa y ellos reciben todo lo que hemos desarrollado en estos años para que sigan operando en forma independiente y hagan de esto un proyecto de trabajo", afirmó.

Este convenio se traduce en la entrega en comodato de 16 líneas de cultivo, 72 anclas por línea de cultivo, 72 fondeos, una embarcación con motor, equipos de buceo, una cosechadora, entre otros materias. Además de 26.000 kilos de choritos adultos y 9.100 kilos de choritos juveniles, además de un aporte en efectivo, que suma un total de $27 millones 620 mil.

trabajo conjunto

Cristopher Parkes, Administrador Municipal y Simón Muñoz, director de Secplan, resaltaron la importancia de este convenio inédito en nuestra comuna, destacando el trabajo público y privado que se dio entre Sernapesca, la Universidad Católica de la Santísima Concepción y la Empresa Arauco y el propio municipio para encaminar este acontecimiento, pero por sobre todo el gran esfuerzo de los pescadores llicanos y las manipuladoras, que a punta de esfuerzo lograron convertirse en dueños de estos cultivos.