Ex dirigente estudiantil irá a primarias por cupo a concejal
Con el lema "es tiempo de cambios", el dirigente estudiantil penquista Boris Negrete, de 24 años, oficializó ayer su decisión de competir como candidato a concejal por la comuna de Concepción.
Para ello, deberá superar un primer escollo el 13 de marzo próximo, día en que su partido realizará las primarias internas para definir su nómina definitiva de candidatos a las municipales de octubre de este año. Allí, tendrá que medirse con los actuales ediles Fabiola Troncoso, Jaime Monjes y Sebastián Morales, además de Carlos Vega y María Sáez.
Negrete cursa su último año de Derecho en la Universidad Católica de la Santísima Concepción y actualmente es secretario nacional de la juventud DC.
Tiene una larga trayectoria como dirigente estudiantil y social, que incluye la presidencia del Centro de Estudiantes de Derecho y la secretaría de Comunicaciones de la Federación de Estudiantes de la Ucsc.
Además en el año 2013 fue electo presidente de la federación, pero no pudo ejercer el cargo debido a falta de quórum en el proceso.
Respecto al desafío que implican las próximas votaciones, Negrete expresó que "sin duda van a marcar un punto de inflexión en la política en general. Son muchos los jóvenes de distintos sectores políticos que se están atreviendo a competir para renovar y oxigenar la política, lo cual hoy en día se hace más que necesario y va en la senda de lo que nuestro país requiere".
Ante la desconfianza que existe hoy desde la ciudadanía para la política y los políticos, sobre todo desde los jóvenes, señaló que "lo obvio es desconfiar, si hemos sabido de tantos y tantos casos de corrupción o conductas poco éticas, pero es por lo mismo que deben levantarse nuevas personas que puedan demostrar con testimonio de vida, que sí es posible estar en política para servir a la comunidad, y que la política si es un instrumento de cambio y de transformación social.
Negrete expresó que detrás de la situación actual del país, se observa una "crisis moral", por lo que llamó principalmente a los jóvenes a pasar "de la rabia a la acción".
"El problema en Chile no es meramente político o ideológico. Es moral, por lo que la única forma de salir de esta crisis, es llenar la política de verdaderos servidores, que estén convencidos que la política no es para enriquecerse o hacer negocios, y que logren movilizar y motivar a la gran mayoría de los chilenos".