"Fuimos engañados porque nada se cumplió. Esto, lo digo con todas sus letras, es una vergüenza". El presidente de la Federación Chilena de Tenis, José Hinzpeter, interrumpe una extensa reunión de directorio en Santiago para hablar con EL SUR acerca del tenso escenario que involucra al máximo organismo del deporte blanco nacional con la Municipalidad de Talcahuano, alguna vez "socios" de una alianza que permitió traer por primera vez en la historia una Copa Davis a la zona y que hoy los tiene en Tribunales.

En efecto, el propio Hinzpeter recuerda, con profunda molestia, la historia: "El propio alcalde (Gastón Saavedra) ofreció la ciudad y el gimnasio (La Tortuga) para la realización de la Copa Davis, querían hacerla a toda costa porque tenían los recursos. Y nosotros aceptamos, les dijimos que el costo por su realización era de 150 millones. El 13 de mayo se firmó el contrato entre ambas partes con la condición de pagar antes de la realización de la serie entre Chile y México. Pero desde el 17 de julio a la fecha, nada...".

La falta de activos por el concepto de la deuda gatilló, a su vez, que la Federación tenga dificultades para cancelar los dineros por concepto de premios al equipo comandado por Nicolás Massú que jugó la posterior llave ante Venezuela en Santiago.

Todo decantó en que finalmente la Federación entablara acciones judiciales en contra de la Municipalidad de Talcahuano. La arcilla de La Tortuga, las sonrisas y estrechadas de mano se cambiaron por los pasillos del 2º Juzgado Civil de Talcahuano.

"Ellos (Municipalidad) en un momento reconocieron esta deuda, pero ahora resulta que en Tribunales nos exigen que rindamos cuentas por la realización de la Copa en Talcahuano. ¿De qué rendición de cuentas nos hablan si ni siquiera nos han pagado? ¡Que primero cancelen!", exclama.

La máxima autoridad del tenis nacional (que deja su cargo en marzo del próximo año a raíz de elecciones adelantadas en la Federación) no se queda ahí: "Nos sentimos totalmente engañados. El alcalde y el intendente (Rodrigo Díaz) regalaron dos mil entradas, tuvieron publicidad, alimentación, la pasaron sensacional, mientras nosotros tuvimos que costear la estadía de los jugadores en el Radisson. ¿Y ahora vienen con que nosotros no hemos cumplido? ¡Por favor, de qué estamos hablando!".

Con la demanda en curso, Hinzpeter espera que todo se solucione en el menor plazo posible. "No quiero que esto termine transformándose en un tema país", avisa.

-Sí, absolutamente, pero no por el público, que fue espectacular y respondió, sino que por sus autoridades que nos terminaron engañando.