"El cambio radical es dejar de pensar que el Consejo está al servicio de los creadores"
Hace seis meses, Ernesto Ottone Ramírez asumió como Presidente del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (Cnca). Un periodo que define como "distinto" a lo que se pensó, pues "es otro ritmo. Todo es con rapidez, de inmediato... Es la forma que me gusta trabajar a mí, así que no hay problema. Pero es mucho más de lo que uno se imagina: la cantidad de herramientas que tenía el Consejo y las nuevas que hemos creado ha duplicado el trabajo. Eso es así".
Sentado en su oficina del quinto piso de la sede nacional del Consejo, en Valparaíso, cuenta que también ha hecho mucho trabajo territorial, algo a lo que "no estaba acostumbrado", y que implica no solo ir a inaugurar algún evento o poner la primera piedra de un centro cultural, sino que "sentarse a escuchar y a conversar; juntarse con los alcaldes; ver cuáles son las preocupaciones, los proyectos de infraestructura cultural que no se han resuelto, o el tema del patrimonio inmaterial. Eso tiene la riqueza que uno se va empapando un poco de las problemáticas territoriales existentes", comenta.
Algo de suma importancia porque, como él mismo reconoce, "cuando yo comencé hace seis meses, el tema que estaba en el ojo del huracán era la diferencia que se produce entre la Región Metropolitana y las otras regiones", y en ese sentido "se ha hecho un esfuerzo muy especial para concentrar los esfuerzos en regiones, tanto en infraestructura como en programas".
"Y el año próximo eso sigue: estamos poniendo en muchas líneas de desarrollo temas de cuotas, no nos queda otra. Es la fórmula que tenemos hoy con la Constitución, por lo tanto todas las herramientas nuevas que se están pensando están fuertemente orientadas al desarrollo en regiones y también a la desconcentración de las capitales regionales", adelanta. Esto, porque "para construir país uno necesita efectivamente invertir recursos donde hay más demanda, y donde hay menos acceso a bienes y servicios culturales".
- (Risas) Sí. Pero no era un desorden estructural, sino más bien habían ciertos lineamientos estratégicos de algunos departamentos que no estaban bien definidos, o que estaban muy enredados con respecto a la falta de priorización que había que ponerle a ciertos proyectos que son más urgentes que otros. Y cuando los recursos escasean o no son los que uno quisiera, hay que hacerlo.
Crecimiento regional
Uno de los temas que ha cruzado fuertemente su gestión es sacar adelante la indicación sustitutiva para crear el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que era una de las promesas para los primeros 100 días de Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, y que se retrasó, primero por la consulta ciudadana, y luego por la indígena. El proyecto será presentado el próximo jueves 17 en una ceremonia encabezada por la Mandataria.
"Hace dos semanas en Santiago se juntó el presidente del Senado (Patricio Walker) con senadores para crear la comisión de Cultura en el Senado. Por lo tanto, todas las señales indican que este proyecto sí va a ser prioritario para el Gobierno y el Poder Legislativo para que su despacho sea bastante rápido", manifiesta.
- Yo espero que sea rápido, pero obviamente va a haber todo un debate y en eso vamos a participar activamente. Yo tengo muy claro que el año próximo vamos a pasar mucho tiempo en Valparaíso.
Tal como había anunciado Ottone, el futuro Ministerio -que aúna a funcionarios y estructuras del Cnca, la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos (Dibam) y el Consejo de Monumentos- fija domicilio en Valparaíso, ciudad que también acogerá la Subsecretaría de las Artes, Ciudadanía, Fomento y Economía Creativa, mientras que la de Patrimonio estará en Santiago. "Ahora el crecimiento que se produce de esta nueva institucionalidad va cien por ciento dirigido a regiones", detalla.
- Lo que ahora son direcciones regionales se transforman en seremías y obviamente necesita una estructura más amplia para poder desarrollar ambas temáticas. Hoy en día la Dibam no tiene representación en regiones y el Consejo de Monumentos tiene presencia en algunas, por lo tanto esto significa una estructura más amplia que abarca todas las dimensiones. Entonces, lo que crecerá fuertemente tanto a nivel financiero como de estructura de personal son las regiones.
- Sí, la gran diferencia es que abarcará las dimensiones de patrimonio que hoy día no están. Se mantienen los consejos sectoriales, se introduce un consejo asesor de pueblos originarios, y el Consejo de Monumentos seguiría manteniendo la estructura, la cual se va a revisar una vez que empecemos a trabajar en enero el tema de la Ley de Patrimonio.
- Porque si no, nos demoraríamos un año más, y por lo tanto ese tema va a ser visto a través de la Ley de Patrimonio. Lo que sí hoy en día el Consejo de Monumentos, la secretaría como tal, se incorpora de lleno a la Subsecretaría de Patrimonio como parte de la estructura misma y con funcionarios que no son a honorarios, sino que son parte del equipo permanente de trabajo.
- La gran diferencia de los consejeros es que la cantidad se amplía a nivel de representantes de la sociedad civil. Estamos hablando de consejos que tienen, si no me equivoco, 18 miembros. De ellos solo tres serán funcionarios públicos. También se propone que tengan dietas, y eso implicaría una transformación distinta.
- Hoy en día todos los consejeros, por ley, no solo son ad honorem sino que no pueden participar de ningún concurso. Generalmente, lo que se busca es tener personas de gran perfil, los que no pueden postular a proyectos de investigación, por ejemplo, y a su vez no reciben ningún sueldo o dieta. Lo que acá hacemos es reforzar la idea que durante el periodo que duran (dos años y en el caso de los Premios Nacionales, cuatro) se les permita desarrollar esta actividad de manera profesional sin tener las desventajas expuestas.
"Entonces, hay muchos cambios que se producen en la nueva estructura, pero son cambios que se vienen conversando hace mucho tiempo. El trabajo de los últimos seis meses ha sido muy participativo, de mucha escucha, de muchas conexiones, porque en esta propuesta inicial se incorporan muchas dimensiones que uno a priori no tiene por qué tener. Cada ámbito de la cultura tiene demandas específicas y lo que uno busca es consensuar cuáles son las grandes necesidades que tiene el Estado chileno para poder dar respuesta, y en eso creo que hemos sido suficientemente prudentes", asegura.
- Mucho, pero en las reuniones que he tenido me doy cuenta que hay una voluntad de avanzar distinta a lo que se producía tres años atrás, ahora hay conciencia que necesitamos una institucionalidad más robusta.
En busca del ciudadano
Otro de los temas en los que está involucrado el Cnca es la creación del canal cultural, anuncio que hizo la Presidenta Michelle Bachelet en su discurso del pasado 21 de mayo.
- Nosotros seguimos desarrollando lo que nos compete a nosotros, que ha sido el tema editorial-cultura y de educación. Hemos tenido un equipo de varias personas que han desarrollado una labor bastante buena, tanto a nivel internacional de traer expertos, de ir a conocer experiencias, como a nivel nacional, y que se ha conformado con la gran mayoría de los que hoy en día tienen algo que ver con contenidos culturales en los canales de cable, en los abiertos y en las plataformas. Lo que ha pasado últimamente es que se han cruzado con otros temas que tienen que ver con el canal público y nosotros no hemos metido mucho en ese tema porque la verdad no nos compete. Nosotros hemos sido súper claros en que la definición de la plataforma, por dónde, cómo, cuándo sale, y todo eso no está en nuestra línea de acción.
- Claro, si nosotros no avanzamos fuertemente en el contenido, vamos a tener el canal sin este e íbamos a entrar en un dilema fundamental, que es el gran problema de las políticas públicas, que no se trabaja en paralelo.
- Hoy en día lo que estamos haciendo es encontrar cuál es el modelo que mejor se adapta y qué significa televisión pública. No quiere decir, como se entendían hace un par de años, solamente la pantalla, estamos hablando de la pantalla y todos los otros soportes. Entonces, la discusión de cuál va a ser el contenido va a depender mucho de definir cuál va a ser el soporte, y cómo hoy en día se pueden utilizar esos soportes para llegar a distintas audiencias. La discusión no es saber cuántas horas se van a emitir o cómo se estructura la parrilla, porque esa es una forma de entender la televisión muy antigua, sino que ver cuáles son los esfuerzos óptimos para desarrollar ciertos contenidos, y a partir de ahí ver la capacidad generadora de contenido, que ya la hay, porque una cosa es que no se emita y otra que no haya personas que no estén desarrollando esos programas. El tema de contenido han tratado de colocarlo como que es un tema aparte, y yo diría que es parte de toda una transformación que se está tratando de hacer a partir de una institucionalidad, abarcar dominios que antes no se consideraban dentro del quehacer de este Consejo.
"El cambio radical -continúa- es dejar de pensar que el Consejo está al servicio de los creadores, sino entender que está al servicio de la ciudadanía a partir de los creadores. Osea, los creadores son nuestros colaboradores para poder desarrollar todo el proceso creativo que ya vienen haciendo y nosotros entregarles herramientas de mediación hacia la ciudadanía, pero entender que las políticas públicas están destinadas a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Ese es el objetivo".
Sin embargo, considera que para ello también se necesita que "una transformación social" a través de la "reforma educacional que se está trabajando": "Si no hay educación cívica en los colegios, es muy difícil llegar a tomar conciencia al derecho a la cultura. No porque nosotros lo pongamos en la segunda frase de nuestro proyecto de ley eso va a ser por decreto una necesidad. Hay que crear las condiciones para que las personas exijan ese derecho y ellos tienen que saber que tienen ese derecho".