No fue una decisión fácil viniendo de la independencia política, pero la tomó a sabiendas de sus desventajas y peligros. Felipe Vergara, reconocido analista y experto en márketing político, decidió hace un tiempo formar parte del movimiento político que creó Andrés Velasco, Ciudadanos, y hoy es secretario general de la colectividad que pretende transformarse en partido de aquí al primer trimestre de 2016.
Bajo ese cargo, con el que pretende "devolverle la mano y servirle al país", es que llegó a concepción para sostener diversos encuentros con miembros del movimiento y en algunas comunas específicas, como San Pedro de la Paz y Tomé.
Pero, aunque se revelaron estos intereses, Vergara declaró que lo principal por ahora no son las contiendas electorales, la más cercana la municipal en 2016; sino que la prioridad es convertir al movimiento en un partido político. A partir de allí, la competencia se transforma en un elemento más llevadero.
Hoy está encargado del programa que desarrollará Ciudadanos, el que tendrá cinco pilares, con 25 temas a desarrollar al año 2025, los que serán trabajados con expertos.
PROFESIONALIZACIÓN
-La idea es que el partido se transforme en partido. Luego que tenga los mejores candidatos. Quiénes sean, para mí no es tema. Espero participar y quiero plantearlo, y participar en el análisis para llevar a los mejores candidatos, para no meter a chantas ni a gente que no aporte con competencias.
-Somos muchos los que pensamos así. Es algo desarrollado bastante en el mundo académico. Estudio, análisis, la investigación antes de la política. Valoramos a quienes desarrollaron carreras con ñeque. Pero la profesionalización de la política es lo que nos importa. Y queremos los mejores candidatos.
EL CENTRO
-Un centro liberal en lo político, valórico y económico, con un rol activo del Estado en la supervisión, generación de empleo y control del sector privado. Si no tenemos un Estado que supervise, nos pillamos con los pasteles que nos pillamos este año. El mundo se mueve hoy por otras normas, y muchos conceptos están lejos de la cultura actual. Y eso es derribar las barreras de izquierda y derecha, ser católico o no serlo. Estos tabúes que nos han marcado por tanto tiempo. Ese es el centro al que aspiramos, que puede convivir con aspectos de la derecha y de la izquierda.
-El primer desafío es quebrar el duopolio del que hablas, porque los partidos tienen una barrera de entrada altísima para los nuevos partidos, no quieren competencia y es paradójico, porque muchos vienen de un mundo donde la libre competencia es absoluta. Rompiendo eso vamos a tener la posibilidad de permitirnos llegar a un público expectante de nuevas ideas. Y a un público que no ha votado, que nació en la década del noventa, entre 18 y 35 años, que no vota. A ellos nadie les conversa y nadie los interpreta.
-No, le hablan sólo a quien irá a votar. Y saben quién votará, los que siempre hemos sido disciplinados con el voto. Pero a los que nunca, no se les habla. Y es un grave error.