Hace tiempo tuve la suerte de participar de un encuentro con Humberto Maturana, quien en ese momento dijo una frase que me hizo reflexionar profundamente: "Cuando se rompen las confianzas, no se puede retomar la historia, se debe construir una nueva". Resulta que hoy enfrentamos como sociedad un desafío relacionado justamente con las confianzas, ya que de alguna forma muchos la perdieron. Y por otro lado, nos ha faltado sistemáticamente en Chile, el confiar en nosotros mismos, en nuestras capacidades, en el otro y en nuestro país.

La economía pasa por un momento complejo en el que no podemos desperdiciar oportunidades. Sumado a esto, el mundo se encuentra en un proceso de transformación, lo que genera incertidumbre y cambios vertiginosos. Sin embargo, la oportunidad de construir una nueva historia está más presente que nunca y en nuestras manos. El ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, anunció que el Presupuesto 2016 tiene un importante énfasis en el crecimiento de medidas que permitan financiar el emprendimiento y la innovación. Habrá, además una inyección de recursos al "Fomento al Emprendimiento", representando un 9% más el próximo año. Sin duda, una excelente noticia para todos quienes sabemos la importancia en llevar adelante desafíos ligados a esta materia, que ayudan a crear, que aumentan oportunidades y generan desarrollo en un país.

Estamos viviendo una "era digital" que nos presenta el desafío de "repensar" cómo hacemos las cosas, ya que han cambiado las reglas del juego para todos: gobiernos, empresas, educación, sociedad, etc. Esta era digital abre oportunidades para todos, personas con o sin estudios, independiente de dónde provengan, su clase social, su sexo, religión, militancia política, dónde estudió, o su apariencia física. Cualquier persona que pueda pensar una manera distinta o ingeniosa de hacer algo, puede cambiar una industria o crear una nueva.

Ésta es la era de la creatividad y del ingenio. Por lo tanto, estar con personas que piensen y sean distintos es vital. A través de distintos espacios en Chile y en el mundo, estamos juntándonos todos los que sabemos que trabajando juntos podemos generar un cambio mayor, y donde la diferencia nos hace armar grandes equipos y colaborar de mejor manera. Ya no necesitamos al súper héroe que reúna en una persona todas las habilidades intelectuales y técnicas. Hoy necesitamos que se encuentre el talento artístico con el matemático y con el humanista, y otras habilidades varias, algunas no tradicionales, para que de ahí salga algo nuevo. Esa será la próxima revolución, la revolución de la colaboración y de la creatividad.

Tenemos posibilidad de hacer de Chile un líder en el aporte de nuevas ideas, de este nuevo mundo que colabora y trabaja en soluciones a problemas de las personas y mejoras para el mundo desde todo orden de cosas. Por esto invitamos a todos los chilenos visionarios que se arriesguen y que se las jueguen en Chile y por Chile. Paremos de pelear por una torta de 17 millones y vamos juntos a agrandar ésta a 17 billones. Y así juntos construyamos esta nueva historia.