El hermetismo galo y la alegría árabe ya están en Concepción
Era un mismo vuelo, dos delegaciones, 42 jugadores y los colores sólo servían para distinguir a unos de otros. Así llegaron a la Región durante la tarde de ayer las selecciones de Francia y Siria, para disputar el último partido del grupo F del Mundial Sub 17 este domingo en el Ester Roa Rebolledo, desde las 16 horas. El reloj marcaba las 15:10 y el movimiento de personas aumentaba en el aeropuerto Carriel Sur. Voluntarios, seguridad y algunos "anfitriones" se disponían para recibir a los árabes, daban la señal de que el retraso del vuelo desde Puerto Montt ya había pasado.
Los primeros en salir son los galos, comandados por su entrenador Jean-Claude Giuntini y en completo hermetismo abandonan el terminal aéreo para subir al bus que los llevará a la concentración absoluta.
Pese al silencio impuesto por la coordinación técnica para no conversar con los medios presentes, los jugadores se muestran distendidos, sonríen entre ellos y conversan tras el vuelo de tres horas. El silencio no es coincidencia: son los actuales campeones de Europa en la categoría y diez goles en dos presentaciones en el Mundial Sub 17, seis ante Nueva Zelanda y cuatro ante Paraguay. La disciplina es fundamental en su camino al título.
Entre todos los jugadores que visten un llamativo polerón celeste, hay uno que es el más buscado. Su apellido es historia pura en el fútbol francés y mundial. Luca Zidane conversa tranquilamente con uno de sus compañeros y los pocos presentes no le quitan la mirada de encima.
Es uno de los cuatro hijos del astro de "les bleus" y es una de las mayores atracciones de la cita planetaria, gracias a su buen juego bajo los tres postes. Incluso, sorprendió a todo el mundo al salir jugando y eludir a un atacante paraguayo.
SÓLO SONRISAS
Minutos después, la delegación siria salió hacía el bus con un semblante alegre y saludando a sus anfitriones, miembros de la colonia árabe en Concepción. Aceptan tomarse fotos, lucen orgullosos su bandera y saben que el fútbol, por un par de semanas, es lo más importante. Fútbol en el que deben buscar un triunfo si quieren clasificar a octavos de final como segundos del grupo o mejor tercero.
"En estos momentos tan difíciles para Siria, creemos que nuestra participación en este torneo puede traer alegría al pueblo, independientemente de los resultados", contaba al sitio oficial de la Fifa el seleccionador Mohammad Al Attar.
Es el partido ha generado que mayor expectativa, en lo que respecta a la venta de entradas y ambas selecciones prometen un buen espectáculo pese a la lluvia para cerrar la primera fase junto al duelo entre Sudáfrica y Rusia por el grupo E. Duelos qué, pese a enfrentar a dos selecciones y dos banderas, reflejan la unidad del fútbol, que trasciende idiomas, colores y conflictos.