El ministerio británico de Exteriores convocó ayer al embajador de Ecuador en Londres, Carlos Abad Ortiz, para manifestarle "su profunda frustración" por la falta de progresos en el caso del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, refugiado en la legación desde 2012.

El jefe del Servicio Diplomático británico, Simon McDonald, le señaló al representante ecuatoriano que el Reino Unido tiene "la obligación legal de extraditar a Assange" a Suecia, la exige para interrogarlo por presuntos delitos sexuales, según indicó un portavoz.

"El Reino Unido ha sido muy claro desde junio de 2012 en que tiene la obligación legal de extraditar a Assange a Suecia. Esta obligación sigue vigente hoy", afirmó la fuente.

El ciberactivista se refugió en la embajada de Ecuador tras perder un proceso legal en Londres contra su extradición a Suecia, por miedo a que ese país luego lo entregara a Estados Unidos, donde podría enfrentar duras penas por la información que ha publicado el sitio que fundó.

Aunque Ecuador ha concedió asilo político al australiano, Reino Unido ha rechazado a darle un salvoconducto de salida del país, pues sostiene que está obligado por ley a extraditarlo a Suecia.

En esta situación de discrepancia entre los países, Assange ha permanecido más de tres años encerrado en la embajada ecuatoriana, viviendo en una pequeña habitación y sin acceso a luz natural, bajo vigilancia de la Policía de Londres las 24 horas del día, situación que cambiará (ver recuadro).