El 2001 la Fundación Familia Unida comenzó sus actividades en Concepción, las que tienen por objetivo principal generar y/o potenciar la unión familiar en sus más diversos aspectos. Es por eso que organizan distintas tipos de charlas orientadas a ayudar en aspectos relacionados con la paternidad y apoyar en la formación de hijos, así como también en la relación de pareja.
Es así que en los años de trayectoria, la ONG detectó que una de las dudas más frecuentes tiene que ver con cuál es la manera en la que se puede prevenir el deterioro del matrimonio.
Y, según afirmó el médico psiquiatra Arturo Roizblatt, lo primero que se debe hacer es observar si la pareja le da valor al matrimonio como compromiso, entendiéndolo como un contrato para toda la vida. "Esto, en los tiempos actuales, incluso puede llegar a ser setenta años. Entonces, hay que percatarse de la seriedad de esa decisión, evaluando muy bien la calidad de la relación prematrimonial para que, lo más lúcidamente posible, evalúen la viabilidad de ese noviazgo, pensando que en el matrimonio generalmente no se mejoran los defectos, no disminuyen los conflictos y, por lo tanto, no se puede iniciar ese matrimonio pensando en que 'las cosas van a mejorar'. Ya casados si observan deterioro deben consultar lo más precozmente posible", aconsejó.
Precisamente a esta temática apunta la próxima conferencia que Familia Unida realizará en la capital penquista y que contará con la participación del experto, que con gran experiencia en temas de parejas casadas, dictará la charla "Matrimonio Feliz en el siglo XXI: lo podemos lograr", actividad que se desarrollará mañana 20 de agosto en el Aula Magna del Arzobispado a las 19.45 horas.
Al respecto, el profesional sostuvo que "el principal desafío que hoy tienen las familias para lograr un fortalecimiento consiste en reconocer en aquellas que funcionan satisfactoriamente, la fuente en la que se puede realizar una mejor crianza a los hijos y, además, lograr una mayor satisfacción matrimonial", precisando que lo último siempre va a ser diferente en cada caso, dado que depende de la importancia que se le otorgue a esta institución (matrimonio), "considerando que hay una tendencia sociocultural a quitarle relevancia y trascendencia".
DETERIORO
DE LA RELACIÓN
Uno de los aspectos que el profesional lamentó es que el matrimonio, como institución, se ha ido deteriorando desde el siglo pasado. Cuenta que las causas más comunes de las rupturas son variadas, y por un lado pueden deberse a cambios en la forma de ser de una persona, lo que hace que se dificulte la relación.
Lo anterior, tal como explicó Roizblatt se llama trastorno de personalidad, lo que es tratable, pero se debe considerar que lo primordial es que el individuo tenga la capacidad de reconocer que tiene dificultades en relacionarse.
"También puede haber problemas en personas que no han dejado a su familia de origen y son más leales a ellos que al matrimonio, o quienes privilegian el trabajo, el deporte o los niños y no a la pareja", indicó el psiquiatra.
Todo lo anterior puede convertirse en el detonante de una crisis, en especial cuando los matrimonios no aprenden a enfrentar discusiones o conflictos. En esos casos habitualmente terminan enojados y rompiendo la relación.
Pero, según el profesional, en vez de aquello, "se debe aprender a discutir de tal manera que se solucione el conflicto, siendo el extremo de esto la aplicación de la ley del hielo que en algunos matrimonios puede durar días, semanas o meses con el efecto negativo que tiene para toda la familia".
A largo plazo dichas acciones van deteriorando la relación, por lo que el consejo del especialista apunta a enfrentarlos, con el objetivo de que la relación continúe en buenos términos.
MEJORAR Y NO CULPAR
Respecto de la dificultad de enfrentar adecuadamente los problemas que van surgiendo, Arturo Roizblatt planteó que el motivo es porque, erróneamente, ambas partes no se escuchan.
"Culpan al otro y no se cuestionan qué es lo que está haciendo cada uno para que el matrimonio no funcione. Lo correcto sería pensar qué puede hacer uno mismo para mejorar, más que culpar al otro", afirmó.
Y aunque popularmente se piensa que las dificultades que puedan aparecer durante el transcurso del matrimonio podrían ayudar a fortalecerlo, el médico psiquiatra, que además entregó algunas sugerencias positivas (ver recuadro), precisó que más importante que usar las crisis para crecer, lo verdaderamente relevante tiene que ver con que al plantearse un proyecto a largo plazo, como lo es el matrimonio, hay que dedicar energía para no llegar a crisis, aprender a visualizar los primeros indicios para no llegar a ese nivel".