Padres tienden a juzgar mal a los hijos por basarse en propios sentimientos
Un estudio realizado por la Universidad de Plymouth (Inglaterra) asegura que los padres tienden a evaluar mal la felicidad de los hijos, ya que se concentran en sus propias expectativas.
La investigación, publicada en el Journal of Experimental Child Psychology, indica que los padres de niños entre 10 y 11 años de edad sobreestiman de manera constante la felicidad de sus hijos. En tanto, los padres de adolescentes entre 15 y 16 años subestiman estos sentimientos.
Los autores explican que este tipo de situaciones se produce por un "sesgo egocéntrico", a través del cual los padres confían demasiado en sus propios sentimientos a la hora de evaluar la felicidad de la unidad familiar en su conjunto.
El objetivo del estudio fue poner atención acerca de cómo los niños y adolescentes evalúan su felicidad. Asimismo, quiso determinar el origen de la mala relación entre padres e hijos, cuestión que puede derivar en una depresión.
La investigación, encabezada por las especialistas Belén López-Pérez y Ellie Wilson, consultó a 357 niños y adolescentes de dos escuelas diferentes de España, además de sus padres. El nivel de felicidad se evaluó mediante una serie de medidas y valoraciones a través de auto-informes.
Los resultados mostraron que los padres ven la felicidad de sus hijos en función de sus propias emociones. Esto se logró detectar a través de las diferencias notables entre los informes de niños y adultos.
También se detectó que los niveles de felicidad de los padres de niños es distinto al de los padres de adolescentes.
"No ser capaz de leer la felicidad de los niños de manera adecuada puede aumentar la incomprensión entre los padres y los niños o adolescentes, lo que ha demostrado tener consecuencias negativas para las relaciones entre padres e hijos. Además, los padres no pueden ser capaces de proporcionar el apoyo emocional adecuado o atender las necesidades de precisión de sus hijos", concluyó López-Pérez.