"Si voy a participar en esta comisión no es simplemente por un mero simbolismo, es porque creo que este proyecto no soluciona problemas, sino que crea más problemas". Así explicó el diputado DC Jorge Sabag su incorporación a la Comisión de Salud de la Cámara, que este lunes, a partir de las 10 horas, discutirá el proyecto de ley sobre aborto terapéutico para tres causales.

La comisión está integrada por 13 parlamentarios, de los cuales dos son demócrata cristianos. No obstante, el partido decidió reemplazar a uno de ellos -Gabriel Silber- por Sabag, quien tiene una postura más conservadora.

"La idea es que las distintas visiones de la Democracia Cristiana estén representadas en la comisión, hoy en día sólo responde a la postura más proclive al proyecto del Gobierno y ese no es el verdadero sentir del partido. Por tal motivo se acordó poder realizar este cambio cuando comience la votación en particular del proyecto, lo que debe ser ratificado por la bancada", explicó Sabag.

La decisión se adoptó después del encuentro que realizó la DC a inicios de la semana, donde se definió que cada uno de sus parlamentarios votara a conciencia el proyecto. Sabag reiteró que su incorporación temporal a la Comisión de Salud va en esa línea, y que no se busca torcer la votación, sino representar todas las posturas del partido.

Sobre la propuesta del gobierno, que permite el aborto en caso de peligro de vida de la madre, inviabilidad del feto o violación, el representante del Distrito 42 manifestó que "el proyecto está en clave liberal, no humanista cristiana. El aborto terapéutico ya está permitido en los casos de riesgo de vida de la madre, por lo que considero innecesaria esta ley, que da un primer paso a una legislación abortista en Chile. Por lo tanto, esa idea es la que plasmaré en la comisión y espero que en la discusión se pueda revertir lo que a mi parecer y de muchas personas, es un mal proyecto".

QUE NO SIGA

Sabag no sabe qué pasará el lunes, pero sí tiene claro que no quiere que la iniciativa siga en curso, "ya que permitir por ley dar muerte al niño que está por nacer, por muy atendibles que pudieran ser las causales, nunca ha sido una política que ayude a la mujer ni a la familia que se ve enfrentada a un embarazo complejo y difícil. Por eso la clave debería ser poner énfasis en una ley de acompañamiento a las mujeres que enfrentan embarazos no deseados o complejos".