Al menos seis fallecidos y 140 personas heridas -cinco de ellas en estado grave- fueron el trágico resultado de un descarrilamiento de tren ocurrido la noche del martes en Filadelfia, Estados Unidos.

Por el momento se desconocen las causas del descarrilamiento y la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (Ntsb) abrió una investigación después de que el FBI descartara que había detrás una motivación terrorista.

El tren regional de Amtrak número 188 que hacía la ruta del noreste, llevaba 238 pasajeros y cinco empleados a bordo cuando siete de sus vagones descarrilaron en la zona de Port Richmond, en Filadelfia, en el estado de Pensilvania.

El accidente se produjo cerca de una curva, pero se desconoce si esto último tuvo que ver en el descarrilamiento del tren.

"Circulábamos con tranquilidad y de repente nos encontramos golpeándonos contra la pared", indicó a la cadena NBC Don Kelleher, uno de los pasajeros.

El descarrilamiento requirió la movilización de 120 agentes de bomberos y 200 policías hasta el lugar de los hechos.

Tras el accidente, el servicio que presta la empresa ferroviaria Amtrak entre Filadelfia y Nueva York quedó suspendido indefinidamente.

Se trata del segundo accidente ferroviario más grave que ha ocurrido en Estados Unidos en lo que va de año, después del ocurrido en Valhalla, al norte de Nueva York, el pasado tres de febrero. En ese accidente siete personas fallecieron y doce resultaron heridas.