Fin de la sonda Messenger al estrellarse contra Mercurio
La sonda Messenger, la primera en orbitar alrededor de Mercurio, puso fin el jueves a su histórica misión de cuatro años estrellándose en la superficie del misterioso planeta y dejando como huella, junto a sus descubrimientos clave, un cráter de 16 metros.
Según informó la Nasa, el choque planificado se produjo cuando la sonda se quedó sin combustible y con una velocidad de 14.080 kilómetros por hora, tras haber completado 4.104 órbitas alrededor del planeta.
La sonda, de tamaño similar al de un automóvil, es el primer objeto creado por humanos en caer sobre la superficie de Mercurio.
Messenger, una misión avaluada en US$ 450 millones, fue lanzada en agosto de 2004 y en 2011 se convirtió en la primera sonda en orbitar alrededor de Mercurio, el planeta más cercano al Sol y uno de los que entrañan más misterios para los científicos.
"Se apagó con un 'bang' al impactar contra la superficie de Mercurio. Estamos celebrando Messenger como más que una misión exitosa", manifestó en un comunicado John Grunsfel, administrador asociado del directorio científico de la Nasa.
"La misión continuará dando a los científicos nuevos resultados en la nueva fase, la de analizar los datos que ya tenemos en los archivos para seguir resolviendo los misterios de Mercurio", añadió Grunsfel.
Entre otros grandes descubrimientos, Messenger determinó la composición de la superficie de Mercurio, reveló su historia geológica, descubrió que su campo magnético interno está desviado del centro del planeta y certificó que sus depósitos polares son, sobre todo, agua helada.
"Bueno, creo que es el momento de decir adiós a todos mis amigos, familia y equipo de apoyo. Haré mi impacto final muy pronto", fue la última narración de la cuenta de Twitter de la sonda antes del choque y que a partir de ahora, informará de los descubrimientos que se extraigan de los datos que quedan por analizar.
Los datos que ha proporcionado la sonda de la Nasa son los primeros que llegan desde las cercanías de Mercurio desde los que envió la Mariner 10, también estadounidense, entre 1974 y 1975.
Mercurio sigue siendo un planeta muy desconocido y la tarea de Messenger fue fundamental para que los científicos comprendan mejor sus características.