Mohamed Mursi evita la pena de muerte, pero recibe 20 años de cárcel
El ex presidente islamista Mohamed Mursi fue condenado ayer en Egipto a 20 años de cárcel por incitar a la violencia contra manifestantes durante los choques entre opositores y seguidores de Mursi del 5 de diciembre de 2012 cerca del Palacio Presidencial Al Itihadiya, en El Cairo.
La Fiscalía había acusado a Mursi y otros 12 dirigentes de los Hermanos Musulmanes de ordenar de forma directa o incitar a través de los medios a que simpatizantes islamistas desalojaran a los opositores, lo que causó la muerte del periodista egipcio Al Huseini abu Dif por un disparo, además de varios heridos. Asimismo, 54 manifestantes y ciudadanos que se encontraban en el lugar durante los disturbios fueron retenidos y torturados.
El fallo es el primero contra el ex presidente desde su destitución en 2013. Mursi, que enfrenta además otros tres procesos en su contra por espionaje y traición a la patria, se convirtió a mediados de 2012 en el primer presidente egipcio elegido libremente en las urnas.
El abogado de Mursi, Sayed Hamed, dijo a EFE que la sentencia es "equilibrada" al absolver a los acusados del cargo de homicidio -lo que le evita la pena de muerte- pero adelantó que recurrirá ante el Tribunal de Casación.
Amnistía Internacional dijo en un comunicado citado por la agencia DPA que los acusados no tuvieron la oportunidad de defenderse de manera justa durante el proceso.
El juicio se refiere a los enfrentamientos cerca del palacio presidencial en diciembre de 2012.
Los opositores de los Hermanos Musulmanes protestaban contra la acumulación de poder de Mursi y supuestas violaciones a la Constitución.
Las masivas protestas hicieron que el Ejército derrocara al presidente en julio de 2013. Desde entonces está encarcelado.
El jefe militar egipcio, Abdel Fatah al Sisi, que lideró el golpe de Estado para deponer a Mursi, es ahora el presidente elegido de Egipto.