Teatro La Concepción brinda una clase de reflexión política
No es fácil presentar una obra de teatro en un ambiente distendido y bohemio, donde cualquier bajón en el desarrollo del montaje puede derivar en la desconcentración de un público que siempre está con ánimo de beber y conversar. Allí es donde pesa la experiencia y oficio, tal como se notó la noche del sábado en Unidad de Geriatría con la obra "Poder de papel" de la compañía Teatro La Concepción.
El humor, la improvisación y la conexión con el público fueron aspectos claves a la hora de mantener a los comensales insertos en la historia del "Watusi" y "La Tota". Es la dupla de hermanos cartoneros que fantasean con ser millonarios, a través de un juego en que los papeles son billetes y él se transforma en rey.
El acuerdo es que "Watusi" le cederá el cetro a su hermana, pero se arrepiente. Cuando él accede a un carro de supermercado que facilitará su pega, los humos se le suben a la cabeza y avanza en el juego hasta transformarse en un dictador que explota y humilla a su compañera.
Ambos personajes, interpretados por Juan Pablo Aguilera y Francisca Ovalle, se toman el escenario acompañados por la guitarra de Cristóbal Troncoso, incorporando elementos del teatro callejero e, incluso, del clown.
Allí se nota la impronta del dramaturgo Óscar Castro, autor de "Érase una vez un rey", obra en que se inspiró este montaje local que ya pasó por Inglaterra, Alemania, Bélgica, Francia, Argentina y Perú.
REFLEXIÓN CONTINGENTE
Desde que hace una década fuera parte de Tararier (tributo penquista a Les Luthier), Juan Pablo Aguilera ha dejado en claro que tiene pasta para el humor.
En "Poder de papel" aquello destaca principalmente al establecer un vínculo directo y hasta confianzudo con la audiencia, palanqueando, incluso, a los dueños del local instalados en la mesa del dj o al bartender mientras agitaba una coctelera.
El permiso para improvisar y jugar con el ambiente bohemio es una licencia bien merecida. El propio actor fue el responsable de adaptar el original, incluyendo la actual situación política del país, los escándalos noticiosos, el conflicto de la Iglesia y hasta la incorporación de lugares y personajes penquistas con nombre y apellido.
Aquel aterrizaje a las calles de Concepción no sólo genera una complicidad cómica, sino que suma identificación con el cotidiano local. El contexto favorece la credibilidad del personaje y de sus motivaciones. Incluso, desde la marginalidad, "El Watusi" se contagia de la misma enfermedad de poder que afecta a nuestros políticos, líderes y empresarios. No se trata de un mal que sólo implique a los ricos, está presente en todo estrato y afecta a la humanidad en su conjunto.
Aquella carga que lleva consigo este ser es bien contrarrestada por "Tota". Representa la inocencia y las buenas intenciones del poblador común, sin dejar de lado el despliegue humorístico en sus actos y gestos. Aún así la actitud de su compañero le genera una herida, en la cual se encuentra la moraleja del montaje.
Aunque buena parte de los asistentes llegaron mientras la obra se desarrollaba, no tardaron en captar el sentido de la propuesta y terminaron ovacionando el proyecto que también tuvo canciones originales, que aportaron dinamismo.
GIRA FONDART
Con la presentación del sábado en Unidad de Geriatría, Teatro La Concepción brindó un adelanto de lo que será su temporada de 10 funciones en distintas comunas de la Región, gracias a la adjudicación de un Fondart.
La gira de la obra de 50 minutos de duración parte hoy, en el centro cultural de San Carlos, y sigue mañana, en la plaza de armas de Bulnes. El sábado llega a Hualpén, para luego continuar en Chillán, Lota, Talcahuano, Quirihue, Lebu y Arauco.
"Esta versión es producto del trabajo que han realizado Juan Pablo y Francisca, no sólo en la construcción del texto, sino también en las modificaciones que han surgido desde que la estrenamos en 2012. Conocimos el montaje en una versión realizada en la U. del Bío Bío y protagonizada por Juan Arévalo. La realizamos en la Escuela y nos quedó gustando por el juego de intereses y motivaciones que se dan en escena. El aspecto musical fue un aporte de la compañía, pues es algo que nos caracteriza y está presente en cada proyecto", comentó Cristóbal Troncoso, miembro fundador de Teatro La Concepción.