Obra teatral pone en escena una historia de verdadera inclusión
"Surdus" es más que un montaje teatral, aunque de fondo la propuesta vaya por esas vertientes contemporáneas. Claro que acá el colectivo capitalino Variaciones Arte Escénico suma un concepto propio de la postmodernidad: la multimedia. Un cruce de elementos/formatos con el objetivo de presentar un montaje que, desde la agrupación formada en 2011, señalan como "inclusivo".
En "Surdus", el nombre de la obra de 60 minutos, cuatro jóvenes actores sordos comparten escena con cinco colegas y bailarines profesionales, para "hablar de discriminación, incomunicación, integración y la cultura de la Comunidad Sorda en Chile".
Es la propuesta de fondo de este relato que llega a la zona para iniciar hoy una itinerancia por cuatro de las 56 comunas del Biobío.
Ésta se inicia hoy, a las 20 horas, en San Carlos, para continuar mañana en Lota -12.30 en el Colegio Padre Manuel D'alzon- Curanilahue (viernes) y terminar en Concepción el sábado, desde las 20 horas, en Artistas del Acero.
TODA UNA EXPERIENCIA
"Surdus es el origen latín de la palabra sordo y el mismo de la palabra absurdo, disonante, incoherente, ajeno (...) Habla de incomunicación y este montaje se apropia del término para llevarlo a escena", explica David Dinamarca (31), bailarín y productor en terreno de la apuesta.
La itinerancia por un total de 12 comunas en el país está financiada por el Fondo Nacional de Proyectos Inclusivos, Senadis 2014, el que integra a un grupo de cuatro personas sordas.
Sobre la idea multimedial, explicaron que lo que "se propone al espectador es una experiencia visual para que sordos y oyentes se enfrenten al cuestionamiento por la pregunta ¿Cómo nos comunicamos?"
El montaje, acotaron, se apropia del término -Surdus- para plantearse escénicamente entre cuerpo, sonido, palabra e imagen.
"Se enfrenta al diálogo desde diferentes mecanismos de comunicación conjugando la lengua de señas y oralidad", contaron fuentes del grupo, que funciona bajo alero de la Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnología y preparó esta propuesta durante un año.
- (Dinamarca) El silencio es a lo que no estamos acostumbrados los oyentes. Nos rodea el sonido cotidiano, musical y realmente me cuesta imaginar como podría ser la vida sin escuchar. Por eso es emocionante ver cómo los sordos pueden comunicarse. Yo soy bailarín y la danza al igual que el lenguaje de señas comunica y expresa. El hacer gestos, movimientos con las manos o señas para comunicarse, también construyen movimientos que uno lo podría interpretar como una danza.
El bailarín con 8 años de carrera profesional destacó que alternativas como ésta generan cooperación en torno a la producción e investigación en las artes.