Construyendo puentes, abriendo fronteras
En el mundo globalizado en que vivimos, es creciente la vinculación o interrelación que se da entre la academia, las instituciones públicas y las empresas, lo que es conocido como "triple hélice". En Chile, es mucho más visible la relación entre universidades y Estado, lo cual se manifiesta de diversas formas y bajo distintos instrumentos. Existe una historia de relaciones entre ambos, que varía o cambia de énfasis, según los momentos y circunstancias, pero que está ahí, privilegiando acciones y medidas concretas. Muchos instrumentos han sido puestos al servicio de las universidades, para el desarrollo de investigaciones, creación de capacidades físicas y humanas, formación de capital humano, becas de postgrado, etc.
Sin embargo, cuando revisamos la relación entre academia y empresas en nuestro país, vemos que el desarrollo de la misma, es mucho más modesta, en comparación con la que se registra con el gobierno, siendo en países desarrollados, todo lo contrario. En esos países, las empresas participan activamente en la ejecución y financiamiento de actividades específicas y promueven la materialización de programas de largo plazo, para la formación de profesionales a través de pasantías o prácticas profesionales, estadías de corta duración en las empresas, otorgamiento de becas para estudiantes de pre y postgrado, entre otras acciones que, adicionalmente, generan un flujo de personas que es altamente enriquecedor para ellas mismas, pero también lo es para las instituciones y empresas que participan de esta relación bilateral. De esta forma, no solo es deseable que se dé esta mancomunión de intereses sino que, en la actualidad, es una necesidad que se requiere cultivar, materializar y acrecentar.
Cualquiera sea el currículo que se aplique, la presencia de alumnos en la industria, en su calidad de tales, genera beneficios para todos, que con los debidos resguardos, debiera promoverse. Por ello, nos parece muy acertado y conveniente, que algunas empresas tengan definidos y hayan puesto en práctica, programas de becas para apoyar los estudios de pre y postgrado, de estudiantes universitarios que cursan programas tendientes a la obtención de diversas profesiones que, en muchos casos, ni siquiera tienen que ver con los objetivos ni sectores de actuación de las propias empresas. Nos parece destacable el compromiso social de esas empresas y su necesidad de crear valor compartido, que se traduce en acciones específicas concretas, que facilitan la movilidad social, y que van en ayuda directa de los beneficiarios.
Para la Universidad, cuya misión es formar profesionales, crear conocimiento a través de la investigación y formular respuestas a los grandes problemas de la sociedad en que está inserta, resulta fundamental y estratégico, perseverar en el cultivo de relaciones de largo plazo con la industria. La búsqueda de la verdad y el involucramiento con lo real exige una intensa convivencia con el mundo exterior. Si esta construcción de puentes se inicia, a través del otorgamiento de becas a estudiantes, resulta doblemente meritorio, y merece todo nuestro reconocimiento y el de la comunidad.
Nos congratulamos con la iniciativa que desarrollara recientemente Enap Refinerías que, como parte de su compromiso con la comunidad, ha apoyado los estudios de educación superior de un grupo de jóvenes de las comunidades aledañas a la Refinería Bío Bío, mediante el otorgamiento de 13 becas a alumnos regulares de la Universidad de Concepción. Los beneficiados con esta beca son alumnos residentes en Hualpén y Talcahuano, con un buen rendimiento académico y que cursan carreras vinculadas a las áreas de desarrollo de Enap Refinerías S.A.