'Les pido que no respalden a un régimen que le ha dado la espalda a su pueblo'
El alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, cumple hoy 19 días detenido en la cárcel militar de Ramo Verde, ubicada en la periferia de la capital venezolana. El jueves 19 de febrero fue arrestado por funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia, acusado por su presunta vinculación con planes conspirativos contra el gobierno de Nicolás Maduro.
Sus cercanos aseguran que Ledezma está de buen ánimo, a pesar de las restricciones a las cuales está sometido en el recinto penitenciario. Todo lo que escribe es leído por sus custodios. Sólo se le permite utilizar un teléfono público, pero por un par de minutos. No puede enviar mensajes y sólo tiene acceso a la televisión nacional, donde el 95% de los canales está vinculado al oficialismo.
La mayoría de las horas las consume en una celda individual de paredes sin vista al exterior, donde sólo hay dos ventanas altas protegidas por barrotes que duplican su estatura.
Hasta el momento, sólo han podido visitarlo tres de sus siete hijos, un yerno y su incondicional esposa Mitzy Capriles, quien lo acompaña hace ya 30 años (27 de matrimonio y 3 de pololeo). La mujer, de 64 años, es la fiel mensajera de Ledezma, su único vínculo entre las rejas y el exterior.
Después de varios días de insistencia y gracias a la gestión del director de Comunicaciones de la Alcaldía Metropolitana de Caracas, el periodista David Pérez Hansen, Mitzy aceptó responder las preguntas de Diario El Sur y referirse a la reacción de Chile frente a la detención de su marido.
-Absolutamente. No es que insista en descartarla como esposa de Antonio Ledezma, sino que esas acusaciones son falsas. Las supuestas pruebas que el Presidente y la Fiscalía han presentado no tienen ninguna coherencia ni fundamento legal. No pasan de ser calumnias para pretender desmovilizar a mi esposo políticamente, quien es la segunda autoridad civil en Venezuela y el funcionario público con más votos en una elección, después del Presidente.
-De las declaraciones que el embajador de Venezuela en Chile ha emitido, se evidencia que no está bien informado y desconoce la trayectoria política y personal del alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma. Las conspiraciones imaginarias con que este gobierno pretende ocultar su fracaso económico no son creíbles por absurdas y falsas. El embajador, como militar que es, sabe que los golpes o las intentonas no las han dado los civiles, sino quienes detentan las armas. Mi esposo ha hecho una carrera política digna, prominente y ha llegado a ocupar los cargos públicos en los que se ha desempeñado, no apoyado ni catapultado en golpes ni intentonas golpistas, sino en votos, de manera democrática y transparente.
-Su condición física para este momento es estable y su condición emocional es firme más que nunca, con la tranquilidad de quien sabe que se ha manejado siempre dentro del marco constitucional, legal, moral y espiritual íntegro.
-En Venezuela no existe estado de derecho, pues no hay independencia dentro de los poderes públicos. El Poder Judicial está secuestrado y sometido por este régimen. Aunque no puede generalizarse, pues sabemos que hay funcionarios íntegros, también es conocido que el gobierno ha colocado en cargos de alto nivel y en determinados puestos a personas comprometidas con este modelo inconstitucional, utilizando a la 'justicia' como un brazo de castigo político, acusando a quien le resulta incómodo políticamente. Esto es un exabrupto y una violación a la Constitución Nacional, que estipula imparcialidad en la aplicación de la justicia.
-Mi marido y mi familia estamos en manos del gobierno. Él (y por consiguiente nuestra familia) ha sido objeto de difamación constante, hasta esta acción cobarde de meterlo preso. El gobierno es responsable de la integridad física y psicológica tanto de mi esposo como de nuestra familia. A nosotros, como al resto de los venezolanos, este régimen lleva años amenazándolo, insultándolo y maltratándolo, pues sea alguien afecto o no a la tendencia del gobierno, el haber enfrentado y dividido a los venezolanos como lo han hecho es un gran pecado. Pero tenemos la convicción que habrá reconciliación y reencuentro entre los hermanos de Venezuela.
-Nosotros contamos con la solidaridad del pueblo chileno y el gobierno de Chile conoce la situación de Venezuela, más aún siendo un país que sufrió el totalitarismo de Pinochet. En esta circunstancia de la detención arbitraria de mi marido, muchos verán reflejadas sus propias historias y quienes no lo vean así, tengo la seguridad que no podrán respaldarla, pues no se corresponde a un comportamiento democrático institucional.
-Esperamos de todos los países del mundo un rechazo enérgico y condenatorio ante los hechos inconstitucionales y faltos a los derechos humanos más fundamentales, que a diario ejecutan sobre Venezuela quienes nos gobiernan en este momento.
-Hemos recibido respuestas y reacciones, algunas más contundentes que otras, pero apelamos siempre al espíritu democrático de los gobernantes de la región, pues el silencio y la complicidad, lejos de colaborar, socavan y destruyen la credibilidad en la democracia.
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-Al pueblo chileno, que ha vivido momentos tan terribles y aciagos como los que atravesamos en Venezuela ahora, les envío nuestras palabras de agradecimiento por la solidaridad que tienen con nuestro pueblo y por ser ejemplo de fuerza demostrando que se puede reconstruir un país luego de estar en manos de regímenes no democráticos.
-Les diría que rectificar es de sabios, que no respalden a un régimen que le ha dado la espalda a su pueblo. Los invitaría a mi país a vivir la realidad de un venezolano que no goza de prebendas ni privilegios concedidos desde un poder que está desconectado desde todo punto de vista de las necesidades y sufrimientos de los venezolanos.
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-Hasta todas las instancias existentes y posibles para demostrar que mi esposo es inocente y que es un preso político de este régimen.
-Mi esperanza es que este escenario de tensión y de desaliento procure el entendimiento y la aceptación por parte del gobierno de que su modelo fracasó. Que no puede pretenderse tener a un pueblo sometido a través del miedo, la manipulación, el engaño y la represión. Venezuela es una país extremadamente maravilloso, poseedor de riquezas humanas y económicas, que no merece estar viviendo estos oscuros momentos. Espero que este escenario dé paso a la reconstrucción a todo nivel de Venezuela.
Ledezma está de buen