Frescos S.A.
Como se ha puesto de moda la palabra emprendimiento, he estado pensando inventar alguna idea para presentar a mi banco. Además, a varios les ha resultado, pero con mucha dificultad, como la historia que me cuenta mi amigo Óscar Solar, quien se desempeñaba en una gran empresa, con un buen puesto y un buen salario, pero decidió independizarse.
Antes, en el banco lo recibían con las puertas abiertas, justamente, porque lo relacionaban con esa firma en que trabajaba - pase, por favor, ¿un cafecito? - pero el mundo cambió cuando Óscar, sin respaldo y como ciudadano común, ahora venía a pedir un crédito para iniciar su propia pyme: una cadena de cafeterías rodantes, en triciclos, llamada CoffeGo. La tapa se escuchó hasta en el lago Chungará.
Tal como en la rutina de los humoristas 'Melón y Melame', la frase que más le repetían los ejecutivos del banco era: 'no va a resultar'. Ese joven tan bienvenido en la sucursal se había transformado en el cacho, en el fulano que andaba pidiendo plata, ¿qué se habrá imaginado?, ¿que los bancos están para eso, para prestarles plata al perraje?
No va a resultar. También como en una comedia, lo divertido del banco es que, para prestarte plata, te preguntan primero si tienes plata. Entonces, ¿para qué diablos querría uno pedir plata? Mi amigo me autorizó a contar aquí cuánto era lo que necesitaba: diez millones… de pesos. Pese a la tozudez de los ejecutivos bancarios, Óscar finalmente consiguió las lucas y su emprendimiento ha resultado tan exitoso que ha sido destacado en diversos encuentros de pymes. Sin embargo, es la excepción.
Ante el escándalo protagonizado por el Hijísimo, es comprensible la molestia de esos chilenos esforzados y modestos, los fundadores de pymes, que no tienen la misma llegada a la banca que un señor que pasó por encima de toda la estructura crediticia y obtuvo en pocos días una modesta suma de diez millones… de dólares.
En lo personal, lo que más me incomoda es que esas lucas no están destinadas a fabricar un nuevo tipo de maquinaria agrícola, por ejemplo, o una cadena de fuentes de soda naturistas, o quizás una hilandería que recupere las tradiciones de los pueblos aborígenes. Para nada.
La fabulosa pyme del Hijísimo está destinada sólo a la especulación inmobiliaria - comprar barato y vender caro - más encima utilizando información privilegiada y las prebendas del poder: de ser él quien es. Lo suyo no es crear trabajo ni riqueza, es sólo enriquecerse de manera rápida y sin haber pelado ni una papa. En este caso, es la vergüenza ajena la que se escuchó hasta en el lago Chungará.
Dudo que me presten esa misma millonada.