Bachelet llama a disminuir la brecha social para lograr la paz
Durante la sesión de ayer del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU), la Presidenta Michelle Bachelet abogó por un "desarrollo inclusivo" como una manera de prevenir conflictos y fortalecer la paz mundial.
La Mandataria encabezó una sesión de la máxima instancia resolutiva del organismo y que fue convocada para analizar los desafíos del desarrollo socioeconómico en los conflictos armados y como un elemento clave para el mantenimiento de la paz.
"Lamentablemente, en muchos países del mundo la distancia entre la realidad y el ideal de inclusión y justicia es enorme, y parece no reducirse en el tiempo", planteó Bachelet , quien estuvo sentada junto al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
En su discurso, la jefa de Estado dijo que la época de enfrentamientos entre estados dio paso a diversos conflictos vinculados con el terrorismo, el crimen organizado o el tráfico de armas, entre otros problemas.
Por esta razón, sostuvo Bachelet, debe buscarse un "enfoque multidimensional que permita dar cuenta de las causas que subyacen" y que han generado estos conflictos, como las tensiones socioeconómicas, la estructura social, la ideología o las relaciones tribales.
"Sólo así podremos contribuir eficazmente a la prevención de conflictos y a la consolidación de la paz en el mundo", insistió.
También señaló que Medio Oriente y África no son las únicas zonas que tienen constantes amenazas. "América Latina, la región más desigual del mundo, es también la que presenta la mayor tasa de homicidios y una de las más afectadas por el narcotráfico y el crimen organizado. Esto no parece ser una simple coincidencia", apuntó.
"La experiencia demuestra que el debate que proponemos sobre desarrollo inclusivo es de suma importancia. Es especial si tomamos en cuenta que lo que buscamos es contribuir de modo sustantivo a la construcción de un mundo más pacífico, seguro y justo para todos y todas", dijo Bachelet.
La sesión comenzó con una intervención de Ban Ki-moon. "Existe un consenso creciente de que los altos niveles de desigualdad que hemos visto en los últimos decenios son dañinos desde el punto de vista social, político y medioambiental. Un desarrollo que excluye a parte de la población puede ser corrosivo para la sociedad, puede contribuir al delito y dar lugar a un sentimiento de desesperanza y alienación que pueden dar lugar al extremismo", reflexionó la máxima autoridad del organismo.