Criadores de gallinas araucanas buscan posicionarse en el mercado nacional
María Alegría Fuentealba vive en el sector rural de El Retamo, en plena cordillera de la costa, a 5 km de Coelemu, a orillas de un camino de tierra que bordea bosques de pino. Dentro de su predio, bajo un enorme quillay se encuentra su gallinero, donde 20 gallinas ponedoras cacarean bajo el techo de zinc que tintinea por la reciente e inusual lluvia de verano.
Desde el año 2008 que se dedica a la crianza de la gallina araucana, tras ganar un concurso en el que le proporcionaron 900 mil pesos para comenzar su aventura avícola. Los precios son variables y depende de la zona rural.
Las gallinas araucanas ponedoras de huevos azules del Valle del Itata, alimentadas con trigo, maíz y avena, son la garantía de un trabajo bajo los estándares tradicionales del campo chileno en pro de un producto totalmente saludable y alejado de contenidos no naturales.
Así como ellas son unos 45 agricultores de las comunas de Coelemu, Trehuaco y Ránquil las que se dedican a la avicultura como eje importante de negocio familiar, sin embargo, se estima que el 80% del campesinado total tiene entre sus aves de corral a estas famosas gallinas araucanas, pero como crianza para el consumo personal.
María Alegría vende a $1.500 la docena de huevos azules y a $5 mil el polluelo. "Es un huevo sano. Solamente a los pollitos se les da alimento especial cuando nacen, ya que se les debe nutrir bien para su crecimiento. Acá el huevo azul no es muy apreciado, pero sí en Concepción o Santiago", explicó.
Un regalo puesto que la docena llega a costar hasta $6 mil en otras regiones de la zona central del país.
En un mes con 20 gallinas ponedoras sólo logra las docenas necesarias para el consumo personal y un excedente que vende a vecinos o a gente por encargo en el pueblo que saben de sus propiedades nutritivas de calidad.
de embajadora a italia
Esto de dedicarse a la crianza de las gallinas araucanas o colloncas, como también se conocen porque no tienen cola, le ha traído muchas satisfacciones e incluso por unos días se transformó en la embajadora de Chile de esta actividad.
"Hice cursos con Terra Madre, un programa de rescate de gallinas azules de Cet-Sur. En octubre de 2010 fuimos por 10 días a Italia a exponer nuestros huevos azules. Conocí mucha gente. Conversé con otra persona de Estados Unidos que también tiene criaderos de gallinas colloncas que producen huevos azules. Me sirvió como experiencia", añadió Alegría.
Para emprender en el rubro avícola como pyme, es necesario invertir más e impulsar algunos cambios para mejorar la productividad. Para que sea exitoso se necesita cercanía o mejor conectividad al centro urbano, disponibilidad de grandes cantidades de agua, pues cada gallina consume medio litro de agua al día; alimentación de calidad y protección contra aves de rapiña o animales como el zorro o perros salvajes.
En la comuna de Trehuaco, Raúl Montecinos invirtió fuerte: 200 gallinas, logrando una producción suficiente para que las bandejas con huevos azules se vendan en la feria urbana y le sea rentable. También vende "genética", esto es: gallos para aparear otras gallinas ponedoras. Emprendedores de Quirihue y San Nicolás le han comprado para iniciar nuevos criaderos. Cada gallo puede costar $15 mil.
Camino a Boca Itata, en el sector Puaún, Auristela Mora también logra ventas significativas gracias a sus casi 150 gallinas ponedoras. Es por eso que Indap Coelemu tiene grandes desafíos para potenciar un rubro que partió a mediados de la década del 2000 y que demuestra que se puede vivir de la avicultura, pero con la inversión adecuada.
"Sin perder el plus de lo artesanal, queremos mejorar el acceso, la disponibilidad de praderas para pastoreo, la infraestructura, la alimentación invernal, las condiciones de albergue para el invierno", explicó Alejandro Pedreros, jefe del área de Indap de Coelemu, que comprende además Trehuaco y Ránquil.
ensayos de producción
Un detalle importante es que la producción de huevos azules comprende entre los meses de octubre a marzo, con esfuerzo. Es por ello que Indap en la comuna de Trehuaco realiza un interesante experimento de "fotoperiodo", es decir prolongar el periodo de luz mediante apoyo de iluminación artificial.
"Son dos ensayos en Trehuaco donde estamos aplicando luz artificial en las gallinas y vamos a tener ya resultados este 2015. La idea es incentivar la postura en la medida que aumente el largo del día. Si consideramos que el 23 de junio se produce el día más corto y el 23 de diciembre el día más largo del año, estas gallinas de forma natural estimulan su postura y una vez que se pasa diciembre, declina el periodo de luz , por lo que las gallinas no producen.
Cuando se hace un programa de luz, lo que se hace es calcular el día más largo, por 15 horas y media, (según la parte del país que se esté) y eso se prologa o se iguala a lo largo del año", detalló Pedreros.
Toda la información que se dispone en la literatura en este tipo de implementación trata de gallinas comerciales. "En la gallina de campo no existe, por lo que estamos llevándolo a la práctica a través de estas unidades de ensayo", enfatizó el jefe de Indap Coelemu.
"Lo que queremos en el fondo, sin perder esa característica de producción sana que la gente asocia a este tipo de huevo, es que sea una alternativa atractiva durante todo el año. De forma natural, esta producción no va más allá de febrero o marzo. Después ya no hay producción. Y cuando se produce lo es cuando hay mayor disponibilidad de huevos en el mercado, entonces hay que apostar a la contra temporada", afirmó el funcionario.
sabrosos y nutritivos
Los huevos azules son sabrosos y nutritivos. El hijo de la productora María Isabel Alegría es militar, por lo que su dieta es cuidada. Se desempeña como mecánico de aviación naval en Punta Arenas. "Cuando viene a su casa, lo primero que me pide son una buena paila de huevos azules fritos. El me dice que es lo mejor, por su valor nutritivo. Allá no hay huevos tan ricos como estos", contó María Alegría Fuentealba.
Efectivamente, si bien estas gallinas productoras de huevos azules o verdosos no compiten en productividad con las demás aves de corral, ya que ponen una baja cantidad de huevos, éstos sí tienen el gran atributo de contener un menor porcentaje de colesterol (-40%) que los huevos comunes y con un mayor contenido proteico.