En medio de la discusión por la reforma educacional, los colegios particulares subvencionados hace un buen tiempo han hecho notar con fuerza que los cambios -que los afectan directamente- están siendo dirigidos por el camino equivocado, ya que, según ellos, se debería privilegiar la calidad antes del fin al lucro.

En la zona, las asociaciones más conocidas que agrupan a este tipo de colegios son Conacep y Asepar, quienes tanto a nivel nacional como local, han realizado diferentes actividades, ya sea exposiciones en la Comisión del Senado en el caso de la primera y tomas de carreteras, en el caso de la segunda.

Sus presidentes y directores realizan un balance de año, considerando el ambiente de incertidumbre ante el posible cierre de establecimientos. Si bien hay quienes indican que más de 100 colegios en la Región podrían tener problemas para mantenerse, estas organizaciones no son tan tajantes, ya que tienen esperanzas de una mejora en el proyecto de Ley, considerando las gestiones que realiza la DC.

Cabe recordar que la razón de posibles cierres es que los colegios subvencionados que superen los parámetros de cobro fijado por el gobierno se verán enfrentados, con una nueva ley, a ser colegios estatales, pasar a ser privados o cerrar, si no aceptan una de las dos primeras opciones.

BALANCE

El presidente de Conacep Biobío, Daniel Villarroel, sostiene que extrañan en el debate "cosas como las qué está haciendo la Superintendencia hoy, entendiendo que tenemos una institucionalidad muy zanjada en la Ley General de Educación del 2009, con una Superintendencia que ha operado desde 2012 y que ha dado informes con diagnósticos claros respecto a este tema (la calidad)".

Villarroel cree "que la reforma tiene que tener un vuelco a favor de la calidad de la educación, que es lo que menos se ha discutido en el proyecto de reforma propiamente tal, y eso está establecido no solamente en una encuesta, sino que en varias encuestas. La última es la Adimark, donde más del 50% no está de acuerdo con el proyecto de reforma".

Además, señala que "en tiempos de Navidad hay que tener felicidad y la verdad es que en estos minutos estamos todos tristes porque no sabemos qué va a pasar con nuestros establecimientos a raíz de lo que puede decidir la Comisión de Educación del Senado".

En cuanto a las matrículas y pese a lo que se puede pensar, "no han bajado, al contrario, tuvimos una reunión con los presidentes regionales de Conacep y entregamos nuestras percepciones, no dato duro, eso sería irresponsable, ningún director regional podría dar un dato duro. (Pero aún así nos parece) que tenemos las matrículas listas, sobre todo en los niveles pequeños".

En cuanto a lo que se viene si el proyecto de Ley para la Educación sigue igual, Villarroel sostiene que están "trabajando con Estudios Jurídicos. En realidad, no hemos detallado mucho la situación, pero recurriremos a todos los resquicios legales, y así lo hicimos saber en la exposición de la Comisión de Educación en el Senado (...), pero en ningún momento planteado como amenaza".

En la misma línea, el presidente regional de Asepar, Misael Valenzuela, es más drástico aún al manifestar que el Gobierno promete un discurso sobre calidad y "nosotros nos sentimos comprometidos con ese discurso, tenemos la convicción de que somos un muy buen aporte como colegios particulares subvencionados".

Respecto del tema del lucro, Valenzuela cree que en este momento nadie "está por insistir en el tema del lucro, solamente se insiste en una retribución por lo que se hace. Creo que el Gobierno no ha estado a la altura".

En su caso, y como dueño de un colegio rural, explica que si este proyecto sigue así, tendría que cerrarlo, ya que no le convence la manera en que el Estado le devolvería parte del dinero invertido, a plazo. Frente a la situación de los colegios que agrupa Asepar y las matrículas de éstos, explica que al igual que Conacep, han tenido un alza, ya que "los padres continúan creyendo en nosotros", considerando que por el paro de profesores "han solicitado cambio a nuestros colegios".

Finalmente, están a la espera "para poder tomar alguna decisión (frente a los resultados de la discusión en el parlamento). Cada una ya la tiene tomada".