En materia de historia, algunos canales cumplen con dar verdaderas clases magistrales, en especial si se considera que las nuevas generaciones hoy están más acostumbradas al formato audiovisual que al escrito.

Este año se cumplió un siglo desde el inicio de la Primera Guerra Mundial, y está claro que para entonces las tecnologías audiovisuales eran escasas y precarias. Pero la cadena Nat Geo sorprendió con la recuperación de imágenes del conflicto que costó más de 10 millones de vidas y cuyas repercusiones afectan a la humanidad hasta nuestros días. Se trata de "Apocalipsis. La Gran Guerra", serie de cinco episodios que actualmente transmite ese canal.

En años anteriores ya habían deslumbrado con "Apocalipsis. La Segunda Guerra Mundial", con registros restaurados y llevados a color gracias a la tecnología digital. Allí queda en evidencia la espectacularidad del conflicto, con sus grandes batallas, adelantos tecnológicos y el triste agregado de Holocausto.

En el caso de la Primera Guerra, el conflicto en si no parece tan deslumbrante, pero ello se compensa con el perfil más político y humano; no sólo por la escasez de registros fílmicos sino por una dinámica basada principalmente en trincheras, con avances lentos e insensatos.

Desde el principio se mencionan y se atestiguan las causas del conflicto, las cuales apuntan más a intereses geopolíticos y ambiciones imperiales. Luego el televidente va presenciando testimonios únicos de las batallas, incluyendo extractos de discursos, crónicas y hasta obras literarias de quienes vivieron su horror. La muerte no sólo involucraba armas, también hambre y condiciones insalubres, con soldados viviendo entre ratas.

Un aspecto en que el conflicto resulta más interesante que la Segunda Guerra es la diversidad cultural. Además de las potencias principales están las tropas provenientes de colonias en todos los continentes. También vemos la intimidad de los reyes y emperadores, así como el alza revolucionaria que terminó con el zarismo.

Aparece cada una de las fases de la guerra, incluyendo imágenes de cuerpos apilados, fusilamientos y el horror del gas venenoso. Puede parecer un poco fuerte, pero es sin duda una producción que todos debieran ver, incluyendo los estudiantes. No sólo hay una lección de historia, sino también de humanidad. Casos como estos son los que realmente nos permiten conocer el pasado para que no volvamos a cometer los mismos errores en el futuro.