La esperada reinvención televisiva de Barry Weiss
Cuando una idea es fácil de hacer y genera un éxito inmediato de teleaudiencia, lo más probable es que no tarde en ser copiada y explotada hasta el punto de agotar a sus seguidores. Un caso notable se dio con el programa 'Storage Wars' o 'Quién da más' de la estación de cable A&E.
La premisa no podría ser más simple. Un grupo de personas, en general comerciantes de artículos usados, asiste a subastas de depósitos abandonados y pujan sin saber lo que allí encontrarán, basándose solamente en un vistazo desde el exterior. De encontrar algo posiblemente valioso acuden a expertos para que le den un valor estimado y luego se realiza un ranking con ganadores y perdedores de acuerdo a cada ganancia. Las opciones van desde encontrar basura hasta recaudar medio millón de dólares por obras de arte ocultas.
La primera temporada se situaba en el estado de California, pero tras el éxito el formato se fue replicando en Texas, Nueva York y en Canadá. En el último tiempo la cadena combina las distintas versiones, y ya no entretienen de la misma manera. Y es que llega un momento en que ya hemos visto demasiadas registradoras antiguas, artículos electrónicos sofisticados, armas de colección o rarezas de todo tipo. Por si fuera poco hay que agregar espacios similares de otros canales como casas de empeño, cazadores de subastas o compradores de maletas en aeropuertos.
El ingrediente que permite ir más allá de la búsqueda de mercancía es la personalidad de los protagonistas, quienes muchas veces compiten entre ellos en base a tácticas de guerra y hasta insultos.
Allí el carisma es tan importante que incluso vemos como en el caso de Nueva York un sujeto antipático invita a cambiar de canal de forma casi instintiva. Ello posiblemente repercutió en que fuera el primer 'Storage Wars' en finalizar su ciclo.
El caso de Texas hoy resulta el más simpático, en especial tras la baja de su par californiano al perder a su subastador más popular, el excéntrico y 'cool' Barry Weiss, quien venía del mundo del coleccionismo en vez de la compraventa.
Llegaba en vehículos estrambóticos, tenía como asesores a estrellas como Stewart Copeland de The Police, se 'hacía el lindo' con las expertas y contrataba a inusuales ayudantes. Cuando dejó de aparecer se le extrañó de inmediato, pero la razón es que su desplante daba para otro programa: 'Los tesoros de Barry' (miércoles por A&E').
Ahora el ex 'rey de las subastas' tiene otra misión: buscar objetos valiosos y distintos encargados por importantes coleccionistas. Ahora ya no se trata de cachivaches, sino de joyas, obras de arte o hasta una daga de Napoleón. Las cifras pueden superar con creces el millón de dólares y nos permiten conocer quienes son los compradores finales de artículos que antes sólo veíamos en el proceso de búsqueda.
Barry sigue siendo excéntrico, maneja vehículos extraños como un convertible burbuja o un Rolls Royce, pero además tiene la posibilidad de conocer mejor a las personas, desde unos enanos dueños de un bar hasta un campesino amish a quien le realiza una transformación de look y espiritual.
Sin duda Barry supo dar el salto necesario para enriquecer un formato que se basaba en la mera puja por unos cuantos dólares. Su secreto también es simple, pero difícil de encontrar: el buen gusto.