Cuando comenzaron las lluvias invernales en la zona, las familias que pudieron verse más afectadas fueron las que pertenecían a aldeas de emergencia luego del terremoto de 2010. Y no por permanecer aún en viviendas de emergencia, sino porque sus nuevas casas, entregadas hace uno o dos años, no resistieron al clima.
En ese minuto, según comentaron dirigentes del sector Centinela, en Talcahuano, y de Cocholgüe, en Tomé, el Servicio de Vivienda y Urbanismo, así también las empresas constructoras, acudieron a las poblaciones afectadas para resolver los desperfectos que ocasionaban inundaciones y pérdida de bienes.
En el caso de Centinela II, la empresa Salfa, luego de realizarse mesas de trabajo organizadas por Serviu, llegó hasta la población -compuesta por 25 torres de 16 departamentos cada una- y trabajó en la reparación de filtraciones. Los departamentos, cabe mencionar, fueron entregados el 13 de septiembre de 2013.
Según indicó el dirigente del sector, José López Cartes, al mismo tiempo Serviu realizó un catastro a 280 de las 400 familias que allí habitan, con el fin de identificar los problemas que tenían sus departamentos. El resto quedó pendiente, pues no fue posible ubicarlos en ese minuto.
Desde Tomé, la dirigenta de Villa Nueva Cocholgüe, Valentina Moscoso, informó que representantes de la constructora Claro Vicuña acudieron a la población tras las primeras lluvias y fotografiaron las casas afectadas, que en ese minuto ascendían a 14. Lamentablemente, no hubo mayores acciones luego de esto y hoy las viviendas con problemas podrían superar las 30, de un total de 299 de la población.
El 23 de junio pasado, Moscoso envió una carta al director del Serviu, Eloy Grandón, mostrándole los problemas de las viviendas, particularmente filtraciones en una de las habitaciones ubicada junto al baño, problema que se repetía en todas las casas. Tras no obtener respuesta, acudió al organismo, donde se encontró con Grandón.
'Me dijo que teníamos que postular al subsidio de mejoramiento de la vivienda, pues ya se perdió la garantía (las casas fueron entregadas el 14 de septiembre de 2012). Yo reclamé, pues las casas no han cumplido dos años, siempre hemos tenido problemas que antes arreglaban y además, la Egis siempre nos dijo que Serviu se podría hacer cargo por cinco años luego de la entrega. Luego me atendió otra persona y me dijo que no había nada que hacer, que nosotros debíamos arreglar nuestra casa'.
En tanto, en Centinela II, López relató que el Serviu visitó nuevamente la población, pues las reparaciones no dieron resultado, y se comprometió a nuevos trabajos.
Aunque, comentó, sus vecinos ya están cansados y sólo quieren la entrega de títulos de dominio para iniciar reparaciones por cuenta propia. Para ello, se requiere además que Serviu pueda dar solución a la toma de un antiguo bloque de la población que aún no es demolido.
Ayer, el director del Serviu junto al senador Alejandro Navarro, acudieron hasta la Villa Montahue, en Penco, también afectada por las lluvias, que dejó en evidencia filtraciones en ventanas, inundación de patios y humedad de paredes, al igual que en Centinela y Cocholgüe. Se trata de 612 observaciones en total, con 300 de las 450 casas en problemas, por lo que se comprometió la formación de una mesa de trabajo a partir del lunes para conocer las principales dificultades a resolver. 'Las familias pueden estar tranquilas', señaló.
Respecto a la situación de Centinela, aseguró que los equipos del Serviu están en constante trabajo por nuevas reparaciones en los edificios: 'Hacemos todo lo que corresponde como institución, mantenemos contacto y siempre hemos dicho que vamos a atender los problemas'.
Además, sostuvo, se está coordinando junto con el municipio de Talcahuano, la posibilidad de ubicar a las familias aún en el edificio sin demoler en algún proyecto habitacional municipal en curso, situación que está en proceso. Una acción difícil, ya que se han encontrado con nuevos problemas, entre ellos, antiguas cuentas de electricidad impagas.
Respecto a Cocholgüe, Grandón explicó que en la población ya no corre la boleta de garantía con durabilidad de un año, más conocida como post venta, para la reparación de las viviendas. Por tanto, manifestó, la única solución de las familias es recurrir a un Programa de Protección al Patrimonio Familiar (Pppf), al que deben postular mediante una Egis privada o municipal. 'Aquí tienen prioridad las familias de aldeas de emergencia, por lo que Nueva Cocholgüe tiene esta ventaja', aseguró Grandón.
Ayer, el Serviu formó una nueva mesa de trabajo en Penco, donde se incluirán todos los conjuntos