Ataques en la Franja de Gaza ya dejan un saldo de más de 500 muertos
Las dos semanas de ofensiva israelí contra la Franja de Gaza dejan ya casi 550 palestinos muertos, 3.300 heridos y 200 mil desplazados, según se informó ayer.
Los combates se libran ahora prácticamente casa por casa y por el momento no hay señales de que el conflicto vaya a concluir pronto.
El presidente estadounidense, Barack Obama, se mostró ayer 'seriamente preocupado por la creciente cifra de civiles muertos y por la pérdida de vidas humanas israelíes'. En una comparecencia en la Casa Blanca, el mandatario afirmó que Israel tiene derecho a defenderse, pero señaló que su ejército ya infligió 'importantes daños' a la infraestructura de la organización radical Hamas.
El primer ministro británico, David Cameron, también se mostró preocupado por el elevado número de víctimas en Gaza y apeló a Hamas a iniciar conversaciones para un alto al fuego con Israel.
Los combates y ataques continuaron ayer después de un sangriento domingo en el que 75 palestinos murieron en ataques contra el barrio gazatí de Shujaiya. Los combates en este emplazamiento dejaron también 13 soldados israelíes muertos, elevando así a 18 la cifra de bajas militares, más que en la operación 'Plomo fundido' de 2009.
Según fuentes palestinas, cuatro personas murieron y otras 50 que resultaron heridas en un ataque de artillería contra un hospital en Diar el Balah. Además, en un bombardeo israelí en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, murieron nueve miembros de una misma familia, entre ellos cuatro menores. Y un ataque aéreo contra una casa en el centro de Gaza mató a ocho personas, la mitad de ellas también niños.
Por otra parte, el portavoz militar israelí Peter Lerner informó que 10 milicianos de Hamas murieron ayer en un enfrentamiento cuando intentaban filtrarse en Israel a través de un túnel para perpetrar un ataque. Lerner confirmó el descubrimiento de túneles en Shujaiya, el intento de ataque de un suicida contra las tropas y el uso de granadas antitanque por parte de los palestinos. El Ejército detuvo desde el comienzo de la ofensiva terrestre el jueves pasado a 20 palestinos.
Por primera vez en tres días los palestinos atacaron ayer la zona de Tel Aviv con cohetes. En el centro de la ciudad sonaron dos veces las sirenas de alarma y se oyeron explosiones ahogadas. El ejército informó que el sistema antiaéreo interceptó dos proyectiles. Respecto de la afirmación de Hamas de que secuestró a un soldado israelí, Lerner indicó que 'no pueden descartarlo' y que se está investigando. El embajador israelí ante la ONU, Ron Prosor, había desmentido antes las alegaciones del grupo armado, que incluso había proporcionado un nombre y un número de identificación del militar.
Por el momento no se avista un fin próximo de esta nueva ola de violencia y ataques. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, anunció el domingo que ampliaría la ofensiva en la franja y ayer el presidente palestino y el líder de la facción radial Hamas no consiguieron ponerse de acuerdo sobre los términos de una negociación para un alto al fuego.
El presidente palestino, Mahmud Abbas, intenta que Hamas, que controla Gaza, acepte el alto al fuego propuesto y mediado por Egipto. Sin embargo, la facción islamista rechaza la iniciativa de El Cairo y exige sus propias condiciones para el alto al fuego, entre ellas, que finalice el bloqueo que Gaza sufre desde 2007.
Abbas y el líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshaal, negociaron ayer en Qatar sobre un alto al fuego en el conflicto de la Franja de Gaza y aunque las partes acercaron posiciones, no llegaron a un acuerdo.
El líder de Hamas en la franja, Ismail Haniya, afirmó por su parte que su partido aceptaría un alto al fuego que incluyese el fin del bloqueo a Gaza. 'Hoy Gaza decidió terminar el bloqueo con su sangre. No podemos volver a ese injusto bloqueo', dijo en declaraciones al canal de televisión Al Aqsa. 'Es hora de poner fin al bloqueo y abrir los pasos (fronterizos) para que la gente de Gaza pueda vivir con dignidad', reclamó.
En tanto, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry viajaron ayer a El Cairo para intentar negociar un cese de la violencia. Fuentes diplomáticas explicaron a EFE que la intención de Kerry es que ambas partes vuelvan a comprometerse con el acuerdo que puso fin a la ofensiva de 2012 (Pilar Defensivo), mediada a través de Egipto.
Mientras tanto, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas exigió ayer un alto al fuego para proteger a los civiles, al término de un encuentro convocado de emergencia en Nueva York. 'Estamos muy preocupados por los civiles en la zona de combate', indicó el embajador de Ruanda, Eugene-Richard Gasana, que preside este mes el organismo.