Abusos contra menores
Durante los últimos meses se han hecho cada vez más frecuentes las denuncias respecto a abusos sexuales contra menores de edad, situación que -tras las publicaciones en la prensa- ha generado una comprensible inquietud.
Llama la atención que a medida que se van conociendo estas situaciones, los familiares se atreven a hacer las denuncias respectivas, de manera que un delito que generalmente quedaba impune por el temor o vergüenza que generaba, ahora se hace público. Los padres concurren al sistema judicial con la esperanza de que los agresores sean detenidos y para frenar su acción, si se considera que los analistas del tema dicen que estas personas suelen reincidir en el delito.
El abuso sexual de menores es una forma de maltrato que incluye un amplio espectro de acciones entre un niño y un adulto. Los niños más afectados son los de edad preescolar, debido a que no cuentan con un discurso ni un relato desarrollado que les permita advertir a tiempo cuando sufren esos atentados.
Cuando un niño es víctima de abuso sexual se corta su línea de desarrollo psicológico y ese daño se observa en su etapa adulta. Los estudios revelan que desde el punto de vista criminológico, las víctimas siempre son elegidas porque el abusador se da cuenta de sus carencias económicas, afectivas o de otra índole.
Asimismo, quienes abusan de menores tienen problemas de autoestima o de índole sexual. Generalmente son personas que aparentan ser 'normales', buenos vecinos, con educación y tienen familia. Es por eso que causa tanta sorpresa entre sus cercanos cuando se descubre a un abusador sexual.
Otra de las características de este delito es que en el 80 a 85% de los casos, los agresores son conocidos o parientes de sus víctimas, o están en entidades en las cuales tradicionalmente confían las familias. Los pedófilos buscan dónde pueden encontrar a estos menores, de allí que muchas veces tienen trabajos donde pueden acercarse sin levantar sospechas. El modo de operar es que no se acercan violentamente, sino que preparan el camino para abusar de la mayor cantidad de niños que sea posible sin ser denunciados.
Afortunadamente, los familiares están perdiendo el temor a denunciar estos deleznables delitos.