Excesivo humor negro con un grato toque de magia
Cuando vemos a los grandes ilusionistas que hasta tienen sus propios programas de televisión y espectáculos glamorosos en salas internacionales es difícil separar su éxito de los altos presupuestos en montaje y tecnología. Es por ello que el mundo de la magia que no dispone de tales recursos debe apelar a otras fórmulas para cautivar a sus audiencias, y allí es cuando el humor suele marcar la diferencia.
Esa es la propuesta que caracteriza a Edo Caroe desde que se hiciera conocido en un programa buscatalentos, y hoy es el aspecto protagónico de su espectáculo "Tercermundista", el cual contó con un Teatro de la U. de Concepción lleno la noche del sábado.
Sobre el escenario no habían grandes plataformas o artilugios para la ilusión, la puesta en escena era mucho más cercana a la de un stand up comedy, con Caroe apoyándose de una bella modelo e invitados especiales, así como la participación activa del público, el cual río a carcajadas con sus chistes y alusiones llenas de humor negro, ciertamente de grueso calibre. Allí ya notamos una diferencia con lo que el mago-humorista muestra en televisión, aprovechando que el show en vivo no hace caso a la censura.
Desde la observación social hasta tallas subidas de tono respecto al sexo en sus posibilidades más depravadas son parte de su rutina, pero a ello se suma una capacidad genial de improvisación. A muchos les podría parecer excesivo que se burle de la discapacidad y hasta de hechos tan trágicos como la muerte de Felipe Camiroaga o el coma de Gustavo Cerati. Pero la reacción es distinta cuando se realiza con agudeza e ingenio.
Ni el público se salva, ya sea con sus voluntarios en los trucos mágicos como en la discriminación de los que pagaron balcón al ser tratados como de "bajo recursos". Pero nada de eso resulta ofensivo cuando estás con una gran risa en el rostro, un factor que augura un notable futuro a este peculiar mago y comediante no apto para conservadores.