De ellas, 1.246 son irreparables y deberán ser demolidas en la zona norte del país.
Más de 9.500 viviendas resultaron dañadas en el norte de Chile por el terremoto de 8,2 grados de magnitud que golpeó la zona el martes.
"Son más de 9.500 casas las que presentan algún tipo de daños, siendo la I Región la que concentra la mayoría de las construcciones siniestradas", informó el Ministerio de Vivienda, tras realizar un catastro preliminar del impacto del sismo, que provocó la muerte de seis personas.
De esa cantidad, 1.246 viviendas han sido declaradas, hasta ahora, con daños graves y, por lo mismo, irreparables, en las regiones Arica y Parinacota y Tarapacá, tras el terremoto y una réplica de 7,8 grados el miércoles.
Varios ministros del Gobierno, encabezados por el titular del Interior, Rodrigo Peñailillo, concurrieron a la zona norte para evaluar los daños y tratando de agilizar la ayuda a los damnificados, así como la reposición de los servicios básicos.
Las localidades con mayores problemas son Pozo al Monte, Alto Hospicio y Huara, en la región de Tarapacá.
También se detectaron daños graves en Arica, Putre y Camarones, en la I Región del país.
"Vamos a disponer la posibilidad de un subsidio de arriendo, que les permita habitar transitoriamente en una vivienda próxima a sus hogares", dijo la ministra de Vivienda, Paulina Saball, refiriéndose a quienes sufrieron la destrucción de sus casas.
Saball precisó que la reconstrucción demandará la creación y fortalecimiento de pequeñas empresas y de constructores que "estén dispuestos a participar en esta reparación".
Agregó que aunque no hay plazos definidos para la tarea, espera que se desarrolle entre seis meses y un año.
Por su parte, el ministro Peñailillo dijo que "se requiere de un esfuerzo mayor del Estado" para llevar adelante la reconstrucción y reiteró que "los recursos necesarios van a estar disponibles".
Conforme pasan los días ha ido disminuyendo tanto la frecuencia como la magnitud de las réplicas tras el terremoto de 8,2 del martes pasado al norte del país.
En los días posteriores, los sismólogos informaban que la frecuencia de las réplicas era de una cada seis minutos, es decir, un promedio de diez por hora. Incluso, al día siguiente, el 3 de abril, se registraron las réplicas más fuertes después del sismo, que alcanzaron magnitudes de 6,3 y 7,6.
Ahora, éstas han disminuido a casi un tercio. Según los datos publicados por el Centro Sismológico Nacional, el sábado se registró en promedio una réplica cada 19 minutos.