Los cambios necesarios
La Presidenta Michelle Bachelet ha dicho en su primer llamado que cumplirá el programa que la llevó a La Moneda, precisando antes una enorme diferencia con su antecesor al formular que: "Chile no es sólo un listado de indicadores o estadísticas, sino una mejor patria para vivir, una mejor sociedad para toda su gente".
Ese comentario es probablemente la mayor diferencia entre la actual centroizquierda y la centroderecha nacional. Ambos bloques tienen más cosas en común, pero durante los últimos meses se han centrado en remarcar sus diferencias, aunque se trate de matices.
Chile parece enfrentado a dos lecturas muy distintas de nuestro presente y futuro. Una más crítica, donde parece haber una visión enfocada en los déficits y otras más reposada, donde parece que el interés es consolidar los avances y seguir trabajando sobre el mismo camino.
A favor de la primera juegan precisamente las brechas evidentes; y de la segunda, los éxitos alcanzados.
La salvedad es que resulta difícil evaluar las propuestas de la actual administración, teniendo presente que se desconoce la magnitud de las transformaciones.
El nuevo gobierno habló de una reforma tributaria y de cambios a la Constitución, es decir, de aspectos sustantivos. Sin entrar en los móviles de una decisión de ese tipo, sí resulta inquietante que en medio de la campaña no se entregaran mayores alcances. En ocasiones, la explicación del diálogo sonó más a excusa que a una verdadera intención de precisar cuál es el verdadero fondo e impacto de ello.
Es bueno que la Presidenta dijera que es la líder de todos los chilenos, incluyendo a quienes no votaron, o sufragaron por otro candidato; esta es una tradición que se ha repetido desde Patricio Aylwin en adelante.
En tal línea, no es majadero sostener que el éxito de esta administración será el éxito del país y mayores voces, escuchar la diversidad será relevante para lograr vencer el desafío propuesto: la desigualdad.
Es claro que este es otro Chile, pero tampoco tiremos por la borda los notables avances conseguidos.
El desafío de abordar la desigualdad en Chile es enorme para el gobierno de Michelle Bachelet. Pero la forma en que ello se ejecutará marcará seguramente las diferencias. Habrá que esperar para ver si se avanza en esa materia.