A propósito del Día Internacional contra la Discriminación Racial
Hace 100.000 años nuestros antepasados salieron de África a colonizar nuevos territorios. Estos grupos se extendieron por Europa y Asia, para pasar a América por el estrecho de Bering. Sabiendo esto, alguien podría preguntarse por qué, si venimos de África, no somos todos de piel negra.
La versión más generalizada para explicar nuestras diferencias visibles era que los colonos africanos se adaptaron al hemisferio norte haciendo modificaciones que permitieran aprovechar mejor la luz.
La genética señala que estas diferencias adaptativas visibles (color de piel, ojos, pelo, etc.) constituyen el 0,01% de las diferencias entre individuos, no obstante, las variaciones no visibles entre personas de cualquier color constituyen hasta el 90%, de lo que se deriva que es posible que podamos compartir mayor similitud genética con una persona de Camerún o Taiwán que con el vecino de al lado.
En enero de este año se publicaron dos estudios simultáneos que nos han venido a ofrecer otra explicación biológica sobre las diferencias fenotípicas entre humanos.
Las investigaciones revelan que los Homo Sapiens africanos arribados al norte convivieron y se mestizaron genéticamente con otra rama de homos bastante menos sofisticada intelectual y tecnológicamente, denominados Homo Neardentalensis o Neardentales.
Así, los resultados señalan que hay un insignificante 0,08 % de genes Neardentales en los africanos, y un 1,3 % en los no africanos -europeos, orientales, oceánicos, esquimales y amerindios-, porcentaje suficiente para haberse visto afectados rasgos como la producción de queratina presente en piel y pelo.
Estos nuevos hallazgos confirman la nimiedad de las diferencias visibles entre humanos y que, además, pueden deberse a genes comunes y no distintivos.
Esperemos que estas noticias nos sirvan para poner las cosas en su sitio y dejar claro, de una vez por todas, que la raza no es un hecho biológico sino una convención interesada.
Para lo que sí estamos preparados biológicamente es para la convivencia en sociedades complejas, para la diversidad y creatividad cultural surgida de la única raza posible, la humana.