Desarrollo y reafirmación de la identidad comienzan en el jardín
Con el término de las vacaciones y el regreso a la rutina laboral, para muchos padres de niños pequeños aparecen las dudas respecto de qué hacer con ellos durante dicho período. Aunque en varios casos el temor ante la separación de los hijos puede llevarlos a optar por tenerlos en casa hasta la edad en que debieran entrar a kinder, el jardín infantil es una opción de no debiera ser desechada.
Según aclaró la psicóloga infantil Mariana Zúñiga, es normal que los padres tengan dudas, "porque se trata de niños muy chicos, de entre dos a cuatro años. Tenerlos lejos siempre es difícil, en especial porque a esa edad existe un fuerte apego".
Sin embargo, no hay que dejar de tener en cuenta que a pesar de los cortos años, hay determinados aprendizajes que serán relevantes para el resto de sus vidas, ya que les entregarán un valioso aporte.
"Son detalles pequeños, por supuesto, pero de un inmenso valor intrínseco, ya que los niños que asistieron al jardín infantil van a llegar mejor preparados al kinder. No quiere decir que van a ser mejores alumnos en términos de notas, pero sí van a tener desarrolladas importantes capacidades", sostuvo la profesional.
Sobre lo anterior, Zúñiga agregó que "muchas veces el apego a los papás -que es totalmente entendible- no permite que los niños puedan realizar ciertas acciones por sí solos, como conocer e interactuar con otros niños sin la influencia de los padres de por medio. Eso es altamente positivo, porque determina parte de la construcción del carácter del menor, lo que, a pesar de que con los años va a ir evolucionando, va a ser relevante en la manera en cómo se van a desarrollar en el futuro, a lo largo de su vida escolar y las relaciones interpersonales".
PREPARARLOS
Dejar la comodidad del hogar para aprender a adaptarse a un ambiente totalmente nuevo es una de las principales dificultades a las que se enfrentan los niños que van a ingresar al jardín infantil.
Es por esto que según explicó la psicóloga y orientadora familiar, Magaly Cerda Laming, el apoyo de los padres es clave, ya que ellos serán los encargados de preparar a sus hijos para el ingreso al jardín, contándoles que se trata de una nueva etapa de su vida donde conocerán más niños con los que podrán jugar y compartir.
"Lo mejor es tratar de acompañarlos durante los primeros días de manera de facilitar su adaptación a este nuevo lugar. Si es posible, una buena idea es permitirles que lleven su objeto o juguete favorito, que les ayudará a sentirse más familiarizado con su nuevo entorno", señaló.
Pero no sólo se trata de un trabajo previo, ya que lo adecuado es ir diariamente preguntándoles cómo lo están pasando en el jardín, con quiénes juegan y qué cosas nuevas han aprendido.
"Hay que entender que el jardín infantil constituye una herramienta complementaria, pero que no reemplaza el amor, atención y cuidados que los padres les otorgan a sus hijos en el hogar, que es la base del desarrollo sano de los niños", afirmó la orientadora familiar.
Eso sí, no todo es jardín. Es vital que los padres tengan claro que los niños también requieren de descanso, por lo tanto, tal como tienen definido un horario para su educación, hay darles la libertad para efectuar otras actividades durante la tarde, de manera de no sobre estimularlos.
Según la experta indicó, no se debe olvidar que a pesar de que la mayoría de los niños muestran bastante facilidad para adaptarse al jardín infantil, para todos no es tan simple, siendo más complicado para otros.
"Hay que considerar que cada uno es diferente y, por ende, cada cual evoluciona distinto en cada proceso, sólo debe tener paciencia. La familia es la primera escuela por antonomasia", afirmó Magaly Cerda.
DESARROLLO INTEGRAL
Los primeros años de vida son clave en el aprendizaje. Así lo aseguró la directora regional de Junji, Patricia Escobar Undurraga, quien explicó que "las neurociencias han demostrado que, si bien el cerebro humano es plástico y aprendemos durante toda la vida, es especialmente durante la primera infancia".
Lo anterior se debería a que es en dicho período donde las ventanas de oportunidades permiten captar más información y desarrollar decodificaciones que impactarán hasta la vida adulta.
Es en ese sentido donde el jardín infantil se inserta como una importante alternativa, debido a que ofrece un espacio de estimulación en distintos ámbitos.
"Se genera un desarrollo integral de los niños, que va expresado en desarrollo del lenguaje, socioemocional, matemático, artístico y visual. Los párvulos aprenden a compartir en el jardín infantil donde desarrollan la capacidad de convivir con otros y respetarlos. Sin duda un gran aprendizaje", sostuvo Escobar.
Junto con lo mencionado, se produce una relevante profundización en la aproximación a un lenguaje oral más complejo, dado por la posibilidad de la experimentación y el juego
"El desarrollo del vocabulario de un niño que asiste a un jardín versus el que no lo hace es realmente significativo", sostuvo la directora de Junji en el Bío Bío, añadiendo que "se produce una gran diferencia no sólo en la capacidad de expresarse oralmente, sino que también en la comprensión, que se amplía considerablemente al conocer y utilizar más palabras".
Pero no sólo el vocabulario se amplía, ya que además en dicha instancia se produce un acercamiento a las nociones matemáticas y físicas que después serán indispensables para procesos más complejos y claves para las habilidades requeridas, "el impacto de la asistencia a un jardín infantil puede observarse desde la enseñanza básica hasta la educación superior".
Bajo este panorama es que la edad ideal para entrar en el jardín infantil es a los dos años, cuando los niños están reafirmando su identidad y posición en el mundo, comenzando la curiosidad por experimentar.
"En el jardín infantil -mediante un equipo de educadoras de párvulos y técnicos en educación parvularia- se estimula a los niños con cariño y contención, en la exploración y aprendizaje, cumpliendo así un importante rol en el desarrollo cognitivo, psicomotor y socioemocional, ya que posibilita un despertar para sentirse seguro y confiado para aprender", sostuvo la experta.
La coordinadora de la carrera Psicopedagogía de Inacap Concepción-Talcahuano, Maryorie Leplat Zamora, consideró que la decisión de algunas familias de realizar la educación en casa, es totalmente válido en tanto exista preocupación de hacer un plan diario de actividades. Sin embargo, aprender a respetar turnos, jugar con otros niños y tener un cuidado adecuado el cuerpo son algunos beneficios del jardín.
"Lo relevante es que entrega habilidades que los preparan para la vida y se constituyen como una tremenda herramienta de complementación que aportará aquello que sus padres por naturaleza no pueden entregar, como es la relación con otros niños de su edad, para ayudarlos en la conformación de identidad, dentro de un sistema de pares. Es decir les enseñan a vivir en sociedad", planteó la profesional.