Combustibles en alza
Según cálculos de la consultora Econsult, las bencinas anotarían un alza promedio de $11 este jueves, lo que de suceder implicaría la sexta semana consecutiva de subidas por parte de la Empresa Nacional del Petróleo (Enap).
Las estimaciones consideraron que el precio internacional de la gasolina de 93 octanos subió un 0,3%, mientras que la de 97 octanos subió 1,6%. El diésel, en tanto, subió 0,5% en su valor internacional.
La Empresa Nacional del Petróleo ha señalado que el aumento obedece a las alzas que ha tenido el producto en la Costa del Golfo de EE.UU., que utiliza como referencia; a ello se agrega la constante alza en el precio del dólar, de modo que se avizora un futuro bastante complejo.
En las últimas cuatro semanas los aumentos alcanzan a los 40 pesos por litro y las alzas seguirán. Esta situación lleva a que en el mundo de la locomoción colectiva se hable -no oficialmente- de probables aumentos en los pasajes durante el mes venidero.
Chile importa cerca del 95% del combustible que consume y Enap fija semanalmente un rango de precios, tomando en cuenta factores como su valor en el exterior y las oscilaciones del dólar.
De hecho la moneda norteamericana seguirá subiendo.
Pero resulta claro que lo que pagan los conductores resulta desmedido.
La cuestión de fondo es que alrededor de la mitad del precio de las gasolinas corresponde a impuestos, donde una fuerte incidencia la tiene el tributo específico, que nació en 1985, con carácter temporal, cuando el gobierno de la época requería recursos para que el Estado renovara las carreteras y los puentes que fueron destruidos por un terremoto en la zona central. Como suele suceder en el tema tributario, esos impuestos quedan después como definitivos.
Las coaliciones políticas que han aspirado al gobierno suelen reclamar contra ese tributo, recalcando que el vehículo dejó de ser un lujo y se transformó en una necesidad. Sin embargo, al llegar al gobierno olvidan sus promesas y una vez en el poder se resisten a renunciar a la recaudación tributaria, porque es rentable castigar a la clase media, que no se organiza ni sale a protestar.
Los paliativos que se han adoptado como mecanismos de estabilización de precios han resultado insuficientes, porque no resuelven el problema de fondo.