Las huellas de Paco de Lucía en su paso por Concepción
Cuando se menciona la música flamenca existe un nombre que de inmediato se viene a la mente de todo melómano: Paco de Lucía, eximio guitarrista que fue crucial a la hora de difundir aquel arte a todo el mundo. El respeto y admiración de sus pares es ineludible, y quedó en evidencia ayer tras conocerse la noticia de su deceso.
Su partida fue confirmada ayer en la mañana por el sobrino del artista, Ramón Sánchez, hijo de Ramón de Algeciras. Allí consignó que Paco de Lucía dejó de existir producto de un infarto en Cancún (México), donde se encontraba de vacaciones junto a su familia. El artista comenzó a sentirse mal cuando estaba en la playa, donde tiene una casa, y falleció camino al hospital.
"El dolor ya tiene fecha", dijo la familia en un comunicado remitido a los medios de comunicación. "Paco vivió como quiso y murió jugando con sus hijos al lado del mar".
De este modo, España pierde a uno de sus músicos más reconocidos, cuya huella también se plasmó con fuerza en la escena artística de nuestra ciudad.
PACO EN EL TEATRO UDEC
Su primera visita a nuestro país fue en el año 1977, regresando a principios de los 80, ocasión en que además dio un aplaudido recital en el Teatro de la Universidad de Concepción. En 1993 se anunció otra presentación en aquel mismo escenario, la cual finalmente se suspendió. Pero no por falta de interés, sino por un problema burocrático por el pago de un impuesto especial a las entradas de artistas internacionales.
Quienes se quedaron con las ganas de verlo esa vez no volverían a tener otra ocasión, a menos que viajaran a la capital, donde el autor de "Entre dos aguas" volvería en varias ocasiones, la última de ellas el año pasado. La situación no hizo más que mitificar la visita de 1981, la cual ayer era recordada por varios músicos y fanáticos en las redes sociales.
Entre las anécdotas que se mencionaban está la del reconocido psiquiatra y melómano Francisco Vergara, quien contó que le tocó asistir de emergencia al percusionista de Paco de Lucía, en el camarín. Ello debido a que sufría de cólico abdominal.
Sin embargo, una de las situaciones más sensibles se dio finalizado aquel concierto, cuando Paco de Lucía y parte de su staff se dirigieron al local Llanquihue en calle Barros, antes que se quemara. Allí estaban algunos intérpretes locales como el multiinstrumentista Pedro Millar o el cantor popular Nelson Álvarez, "El Canela.
Este último recibió al español con unas payas, lo cual dejó impresionado al guitarrista, quien le respondió con loas y un sensible abrazo. "Estábamos con Pedro y dos amigos más, fue una velada muy alegre. Él andaba con una rubia estupenda y hasta nos invitó una ronda de cervezas. Hoy, con su muerte, esa junta pasa a ser mítica", contó el folclorista.
El recital del maestro dejó una impresión imperecedera en varios guitarristas penquistas. Entre ellos, el rockero Mauricio Melo o el jazzista y músico de sesión Edgardo Sánchez, quien jamás olvidó aquel recital.
"El Teatro estaba repleto, y hasta entonces no estábamos acostumbrados a conciertos con tal calidad de sonido. Fue un repertorio en que ya se daba algo de fusión. Ya había realizado su show con Al di Meola y John McLaughlin, así que varios jazzistas de entonces acudieron. Me llamó mucho la atención el bajista Carles Benavent, con una forma de tocar con uñeta que para nosotros era desconocida. Paco se notaba un hombre sencillo, de pocas palabras, pero tremendo en escena. Fue sin duda una de las grandes visitas musicales que ha tenido nuestra Región", comentó Sánchez.
Otro músico que estuvo presente esa noche fue el guitarrista clásico Mauricio Valdebenito, hoy radicado en Santiago. "Yo todavía era un niño, pero recuerdo muy bien que la gira era auspiciada por los cigarrillos Windsor. Vino en formato sexteto y buena parte del repertorio pertenecía al disco 'Sólo quiero caminar'. Después lo vi el 93, durante tres noches seguidas en el Teatro Oriente. Ahí te dabas cuenta que, pese a que eran los mismos temas, cada show tenía un ánimo distinto. Fue una gran influencia más allá del flamenco, pues se caracterizaba por incorporar nuevas sonoridades y estilos. Para entonces, por ejemplo, ya había sumado el cajón peruano a su propuesta", sostuvo el músico.
ASTRO MUNDIAL
Los penquistas tuvieron la fortuna de escuchar en vivo a uno de los artistas más grandes de la música del siglo XX. De Lucía obtuvo el Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 2004, junto con Camarón de la Isla. Ello en reconocimiento a la renovación y difusión mundial del flamenco. Fue ganador de dos Grammy Latino y es considerado como uno de los mayores virtuosos de la guitarra española.
Francisco Sánchez Gómez dejó los estudios a los 11 años, porque no había dinero para costear la escuela. A los 12, ya bajo el nombre de Paco de Lucía, empezó a pisar los tablaos flamencos junto a su hermano mayor en un dúo al que llamaron los Chiquitos de Algeciras. Pero el gran suceso llegó a finales de los años 60.
De Lucía se convirtió en el guitarrista acompañante del 'cantaor' Camarón de la Isla (1950-1992) en una de las uniones más celebradas en la historia del flamenco. Publicaron una decena de discos en los que mezclaron el estilo más puro con la música popular, el jazz y la salsa. Tras la ruptura publicó más de treinta producciones y logró galardones como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 1992, el Premio Pastora Pavón La Niña de los Peines 2002 y el honorífico de los Premios de la Música 2002.
, de nombre artístico Paco de Lucía, nació en el seno de una familia de vocación artística. Junto a sus cuatro hermanos se crió en un humilde barrio gitano de Algeciras. Su idilio con la guitarra empezó casi desde la cuna.
con el cantaor Camarón de la Isla, la que se extendió hasta 1977. Grabaron 10 discos en ese período. Después, juntos y por separado, fueron precursores de un flamenco más popular y mestizo entrando en el terreno del pop, el rock y el jazz.
registrado en diciembre de 1980 junto a Al di Meola y John McLaughlin. Fue un hito en el mundo del jazz al unir el talento de tres intérpretes célebres de distintos estilos. Al año siguiente colabora con Chick Corea.
Paco de Lucía regresó a Chile a 15 años de su última visita. Acompañado de un septeto, realizó un concierto memorable en la sala del casino Monticello. El grupo incluyó dos cantaores y los valores fueron de 15 a 100 mil pesos. Lo valían.
recuerda tras haber escuchado en vivo a De Lucía está la forma orgánica y emotiva de enfrentar el instrumento. "El decía que era fácil, que cualquiera podía llegar a un gran nivel si conseguía un vínculo directo con las cuerdas, o al menos así lo hacía notar", comentó.
Lo anterior coincide con una de las últimas entrevistas del músico en Latinoamérica.
"Los guitarristas no necesitan estudiar, ya que los que lo hacen mucho pueden quedar con la imaginación limitada por la teoría... Vengo de una tradición oral. Es un género movido por la pasión, por la locura, pero que trae también sofisticación. Sin embargo, recomiendo que los músicos nuevos aprendan música y teoría", precisó.
a un hospital del balneario turístico de Cancún tras sufrir un ataque al corazón y murió por la noche, según dijo ayer un funcionario diplomático español. Acotó que ya se realizaron trámites, para la repatriación de sus restos.